Desde hace mucho tiempo existe el concepto de que somos capaces de detectar la homosexualidad de los demás a través de la intuición o la mera observación, pero ¿de dónde proviene la idea y qué tan precisa es la idea?

Los primeros usos conocidos de la palabra se remontan a Estados Unidos a principios de los años 80, y obviamente es una mezcla de las palabras 'gay' y 'radar'.

Con frecuencia se ha debatido si el gaydar existe realmente, pero para el psicólogo de la Universidad de Cornell, Ritch Savin-Williams, el tema realmente no es tema de debate: "si queremos que haya gaydar o no es irrelevante; La ciencia es demasiado fuerte para negar su existencia ".

Una gran parte de la investigación de Savin-Williams sostiene que "gaydar es un proceso mediante el cual las personas detectan las señales de comportamiento aprendidas explícita o implícitamente a través de la exposición a la cultura gay y la reexaminación de la presentación social y los roles que a menudo vienen con un proceso de salida" . Una noción que sugiere que las personas con mayor exposición a las comunidades homosexuales pueden detectar a las personas queer más fácilmente (por eso a menudo se piensa que las personas homosexuales tienen mejores homosexuales que los heterosexuales).

Si bien muchas personas se refieren a su 'gaydar' como una especie de sexto sentido, esencialmente de lo que estamos hablando aquí, es llegar a una conclusión sobre alguien basada en la poca información que transmiten a través de cómo hablan, caminan y se visten. (Spoiler: los shorts cortos son un cazador de muertos).

Lo que puede parecer un estereotipo para algunos de nosotros, pero esencialmente eso es parte de lo que es un gaydar. La idea de que las personas tienen un gaydar "afinado", simplemente significa que adquieren características más sutiles que podrían identificarse como extrañas. Estas ideas se repiten en un artículo publicado el año pasado por el Dr. Nicholas Rule, que también continúa describiendo que estas conclusiones a menudo se basan en respuestas automáticas (de hecho, su gaydar en realidad se volvió menos efectivo cuanto más lo piensan).

Por lo tanto, parece que muchas personas no saben realmente en qué fundamentos se basan sus suposiciones, e incluso cuando se les cuestionó, a los participantes les faltaba una idea de por qué llegaron a su propia inferencia.

Pero hay investigaciones que sugieren que las características físicas también podrían ser importantes. Aparentemente, los atributos como el zurdo, el ambidextro, los cabellos en sentido antihorario son mucho más comunes en los gays. (¿Qué pasa con la boca gay?) Pero estudios más recientes sugieren que las caras simétricas son menos comunes en las personas homosexuales, al igual que las caras de aspecto masculino. Debe ser toda la máscara que estamos usando.

Aunque no es tan claro como presentarían estos estudios y artículos. A menudo, a los participantes se les dio opciones para juzgar a alguien, pero en realidad, sabemos que hay muchas más identidades sexuales que solo homosexuales y heterosexuales. Savin-Williams también discute sobre un crossover, donde los hombres homosexuales poseen rasgos que generalmente se encuentran en hombres heterosexuales, y viceversa, algo que continúa creciendo a medida que las etiquetas sexuales se disuelven. Los metrosexuales son un buen ejemplo de esto.

Otro psicólogo, William Cox afirma: "El mito gaydar exagera las diferencias reales para hacer que las personas heterosexuales y homosexuales parezcan más diferentes de lo que realmente son".

Continúa señalando que la mayoría de estos estudios se realizan en laboratorios, y que incluso entonces, aquellos que identifican con éxito a los participantes en la orientación sexual solo lo hacen al 60%. Y eso en la vida real, estas estadísticas tienden a disminuir.

Sugiere que hay un peligro en los documentos que proyectan la idea de que los gaydars son una cosa completamente tangible: "Las personas reciben ese mensaje y lo generalizan en una serie de diferentes definiciones subjetivas de lo que es gaydar".

Suena como si bien hay evidencia para apoyar las diferencias entre los aspectos físicos de las personas homosexuales y heterosexuales, nuestras propias experiencias de cultura homosexual agregadas con estereotipos sutiles conforman nuestro sentido de a qué orientación sexual pertenecen.

Sin embargo, una cosa que ambos, Cox y Savin-Williams, han escuchado sobre la detección de homosexuales, es el contacto visual. Que estoy seguro que la mayoría de nosotros hemos experimentado también. Cuando veas a ese hombre de aspecto heterosexual real, quizás incluso sosteniendo la mano de su hermosa barba, danos una mirada anhelante y ligeramente más profunda de lo que la mayoría de los hombres heterosexuales se sentirían cómodos con.