Cómo saber si te verías bien rapado





El rapado es tendencia siempre. No hay más que ver cómo los hombres más influyentes del cine y la música optan por el cráneo escaso de pelo –por voluntad propia– ya que saben que un nacimiento tupido del cabello cortado al ras es garantía de éxito. Eso sí, este estilo no queda igual en según qué formas de cabezas por lo que, antes de pasarte la máquina por la cabeza, hay que hacer un pequeño examen de conciencia para saber si es tu rollo o no.

Normalmente, este estilo tiene muchos más matices psicológicos de los que creemos. Se suele asociar con un cambio de vida, de ritmo, con cerrar etapas o posicionar lo cómodo y el amor propio en una época donde lo necesitamos más de lo normal. Hasta ahí la teoría, porque coger la máquina de afeitar y cortar por lo sano es un acto de valentía y no es para todo el mundo. ¿Te has preguntado qué pasa si tienes la cabeza apepinada, con boquetes u hoyuelos? ¿Y si no es simétrica ni redonda del todo? Ya te advertimos que tienes todas las papeletas para liarla. A continuación, te vamos a dar cinco consejos antes de lanzarte a la poda indiscriminada. También te vamos a facilitar algunas imágenes de famosos para que compruebes los resultados. Por si te animas a ejercutarlo.

Zyan Malik con el pelo rapado

ADRIAN DENNISGETTY IMAGES

1. Aunque parezca fácil, no lo hagas tú solo

Repite con nosotros: aunque parezca fácil, no debes hacerlo tú solo. Esto es sencillo, no tienes espejos que te permitan tener una visión general de todos los ángulos de tu cabeza. Y si tienes o te dejas algún desnivel, tampoco sabrás cómo corregirlos sobre la marcha con gracia. Sin embargo, si acudes a un peluquero, descubrirás que él puede cortar más aquí y menos de allá, rebajar algunas partes con tijera para que todo quede de la manera más uniforme posible. Y recuerda: como se te vaya la mano, parecerás el hermano de Manolito Gafotas. Eso sí, irás por la vida muy fresquito.

2. Si tienes el pelo fino, ¿te conviene?

Una cabeza rapada está pensada, en definitiva, para aquellos que tienen el pelo grueso. Si tu caso es el contrario, no empieces por rebajarlo con la maquinilla al uno. Prueba con largos superiores como el número cinco y comprueba cómo te queda. Si todo está en orden, puedes probar a rebajar los niveles de tu recortadora. Y un bonus track: si tienes el cabello fino, pero mucha cantidad, lánzate a la piscina. Cosecharás grandes éxitos.

3. Prueba a dejarte barba

Si te rapas y no te dejas ni un sólo pelo en la cara, corres el riesgo de parecer un prisionero torturado. Y si tiendes a tener ojeras, ya ni te contamos. Así que desde las patillas ve degradando hacia la barba. Si ésta no es demasiado larga, mucho mejor. Las que son XL no casan bien con el rapado, "deforman" o despersonalizan demasiado la cara al tapar los rasgos. Será demasiado cambio y no suele favorecer casi a nadie.

4. Elige bien lo que llevar.

Hay que tener cuidado, porque el pelo rapado según con qué lo combines, puede relacionarse con ciertos grupos e ideologías. Y si no quieres que te identifiquen con algo que no eres, evita bombers, botas bovver, pantalones pitillo. Bueno, tú ya sabes...

5. El tipo de rapado

Aquí puedes elegir el que más te convenga sin renunciar a la comodidad de un corte de pelo perfecto para llevar, por ejemplo, durante tus vacaciones de verano. Escoge, eso sí, algunas de estas opciones que mejor encajen con tu tipo de pelo y forma de la cabeza. Toma nota.

  • El rapado total

Puede parecer que está cortado de manera uniforme, pero se trata de una ilusión óptica. ¿El motivo? La forma de la cabeza no es perfecta y por eso este corte debe adaptarse a ella permitiendo que el resultado final permita ver la forma redondeada de la cabeza. Es la opción perfecta si ya te clarea el cartón o si empiezas a notar más despobladas las zonas de las entradas y la coronilla. Una elección perfecta para todos aquellos que hayan asumido con dignidad eso de quedarse calvos y prefieran ir por la vida con la cabeza despejada, antes que dejar en pie cuatro pelos.

Jeremy Meeks

  • El seto podado

El rapero Drake y el cantante Justin Bieber –cuando lució rapado durante un año entero– pueden servirte de inspiración. Debes peder que el largo de la máquina cortapelos esté en la posición número cinco. El resultado es menos arriesgado que el primero y quedará muy lucido en un cráneo con imperfecciones y sin la coronilla despoblada. Es una opción que está especialmente indicada para tíos con el pelo negro, grueso, abundante e, incluso, para los que gastan rizos (a lo afro o no). Te conviene si quieres apostar por un falso flequillo para ganarle terreno a la frente.

Justin Bieber, en concierto, con el pelo rapado

  • Degradado

Todo empieza con un rapado de los laterales, prácticamente al cero. Pero a mitad de la cabeza se transforma en un degradado que culmina con pelo en la parte superior, dándonos una infinidad de posibilidades de juego con esa parte de cabello. Tendremos nuestro rapado, sí, pero no de golpe y quizás como paso intermedio a otros más radicales. ¿Te has fijado cómo resuelve esta técnica el mismísimo Ricky Martin?

Corte de pelo Ricky Martin

FUENTE: Mens Health




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