ALGODÓN DE AZUCAR: Una cruda realidad disfrazada de humor infantil





Exageradamente real pero con una verdad incomoda que para muchos que no hemos tenido el infortunio de vivir algún trauma que nos persiga hasta nuestra etapa adulta, a veces perdemos de vista sucesos que pueden afectar incluso a quien más queremos y que podrían estar más cerca de lo que pensamos, sin hacer nada al respecto, por la invisibilidad moral que la sociedad impone comenzando por el núcleo familiar que en teoría es la base de la misma y con tal de mantener esa unión, preferimos callar u ocultar sucesos que pueden ser tan crueles como inverosímiles incluso para las familias perfectas o para un adulto “modelo”.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Así, es como nos muestra tal premisa “Algodón de azúcar” una puesta en escena que es un grito de protesta, una confesión cruda, una catarsis psíquica pero sobretodo una reflexión que como público nos deja un aprendizaje para aprender a ser adultos fuertes y no tan frágiles como un Algodón de Azúcar que puede ser dulce pero a la vez tener un fondo de sabor amargo si no se prepara con amor y pasión, a tal grado de poder engañar a un niño cuando le das un dulce.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

La historia, producto magnífico de la talentosa dramaturga Gabriela Ochoa quien también tiene la osadía de dirigir, gira en torno a un hombre que aparentemente se ha convertido en un adulto independiente pero con una inseguridad e inestabilidad emocional que no lo deja en paz a tal grado de no querer volver incluso a visitar a sus padres, sin embargo la trama nos llevará contando la causa de esos comportamientos a través de un espectáculo circense, (el cual todo el tiempo, deja entrever que quizás es producto de sus recuerdos o de la imaginación) cuando en víspera del aniversario de bodas de sus padres debe ir al festejo, pero ello le trae consigo una exacerbación de tales comportamientos sin embargo, en su frustración de poder enfrentar esos miedos cada uno de estos payasos le harán ver su realidad y enfrentarlos para poder superarlos incluso si alguno de ellos implica acabar con la unión familiar por la magnitud y a crueldad de alguno de ellos.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

En escena, es de resaltar la extraordinaria dirección que se lleva a cabo, la cual muestra una excelentes actuaciones de Alejandro Morales con un papel impresionante en conjunto con las magníficas interpretaciones de Miguel Romero, Carolina Garibay, Romina Coccio y Francisco Mena, sin dejar de lado la sensacional escenografía de Felix Arroyo, la iluminación de Ángel Ancona así como el maquillaje y máscaras de Maricela Estrada y Felipe Lara respectivamente.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Algodón de Azúcar es un título bastante ecléctico, pero que juega un papel importante e imprescindible en la trama, ya que puede ser algo atractivo para un niño pero como en algún momento la UNICEF se atrevió a hacer una campaña publicitaria disruptiva para evitar la pedofilia, Gabriela Ochoa rompe el molde y se atreve a hacerlo de la misma manera pero con un guion diferente jugando con nuestra mente ocupando la figura del payaso y un espectáculo circense de feria, que para algunos les puede causar felicidad o para otros miedo, justo se agarra de tal figura melodramática para mostrar esa triste realidad y detallando los traumas que muchos niños pueden tener desde la niñez aunque pareciera que un payaso o un Algodón de Azúcar causa felicidad para otros solo es el anzuelo para llevarlos a la tragedia o la infelicidad de una manera injusta, por una falta seguridad o protección a un ser indefenso o por confiar en alguien quien no debe.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Sin duda alguna, la puesta en escena es una obra maestra que se atreve a contar un tema que muchos no se atreven a decir sobretodo desde una figura adulta y con un personaje masculino, el cual muchas veces por ser hombre puede llegar a ser invisibilizado por categorizarlos como el sexo fuerte, pero no por ello significa que son inmunes a ser víctimas de vejaciones o de vivir con traumas desde la infancia que nunca pudieron atender volviéndolo adultos frágiles.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

La puesta en escena, no debe pasar desapercibida sobretodo por el mensaje que nos deja, porque aunque es crudo, tiene sus matices de humor negro, sátira y sarcasmo que aunque te lleva por un pasaje oscuro, no te dejará de sacar una sonrisa incluso a pesar de la historia y te tendrá al filo del asiento, pero te queda una reflexion sobre lo importante que es canalizar los traumas y proteger a nuestra infancia, pero contado desde una forma muy sui generis que seguro les agradara bastante.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Algodón de azúcar es un producción de Teatro UNAM en colaboración con Seguros Inbursa y se presenta por una corta temporada hasta el 14 de mayo en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz en el Centro Cultural Universitario de C.U. los jueves y viernes a las 20hrs, sábados a las 19hrs y Domingos a las 18hrs, pueden adquirir sus boletos directamente en taquillas con precios bastante accesibles y su cuentan con credencial vigente de alumnos, ex alumno o profesor UNAM se les hace un 50% de descuento, así como a adultos mayores con credencial INAPAM, si pueden, no dejen pasar esta oportunidad y vayan a disfrutar de este Algodón de Azúcar que les dejará un gran sabor de boca.

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Fotografía por Charly Duchanoy ©

Por Juan Carlos Vega

para Boy4ME.com



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