Dicen las estadísticas que un pequeño porcentaje de la humanidad es #Homosensual.

Pero eso no necesariamente significa que el resto sean heterosexuales. Hay gente bisexual, asexual, demisexual, polisexual, pansexual…. ¿Sabes el significado de esas palabras?

Antes de que te enojes porque el acrónimo LGBTTTIQA cada vez es más grande, me gustaría compartir un poco de mi opinión al respecto. El lenguaje determina qué vemos del mundo y cómo lo vemos y sirve para explicar cuál es nuestra realidad personal y el contexto en el que vivimos. Hay veces que las palabras que ya conocemos empiezan a ser insuficientes y nos vemos en la necesidad de buscar otras nuevas que expresen mejor nuestra realidad y nuestro sentir. Conocer todas estas sutilezas es conocer mejor a nuestra sociedad.

Pansexualidad. Aquí vienen los chistes sobre si te atraen los bolillos, las teleras y las donas. La verdad es que el pan es una de mis debilidades culinarias y a veces me llama más la atención un pan de ajo que el chico guapo de la portada de una revista, pero no se trata de nada por el estilo. La pansexualidad se parece, pero no es igual, a la bisexualidad. En ocasiones, también se le conoce comoomnisexualidad.

La bisexualidad, que es una realidad por mucho que la gente insista en que no existe, se refiere a la atracción hacia los hombres y las mujeres por igual. La pansexualidad se refiere a la atracción por todos los géneros y los sexos. ¿Qué? ¿Pues que no estábamos cubriéndolo todo diciendo que te gustan los dos, los hombres y las mujeres? No en realidad.

Recordemos que hay varios componentes en nuestra sexualidad y no son un kit que ya venga armado en dos bonitos modelos diferentes. La sexualidad es más bien como un juego de armar: puedes usar los mismos bloques para armar un castillo o un barco, las posibilidades para combinar son enormes. Dos de estos componentes son el género y el sexo. El sexo se refiere a la forma en que es físicamente nuestro cuerpo y a su vez se compone de varios bloques más pequeños: los genitales externos, los órganos reproductoresinternos, las hormonas, los cromosomas y la forma en que está configurado nuestro cerebro. Esos componentes no siempre están alineados como lo esperaríamos en un esquema de machos y hembras, recordemos que hay también muchísimos tipos de intersexualidad. Las intersexualidades son tan valiosas como los machos y las hembras, no necesitamos “normalizarlos” para que no nos espante un kit genital que parece mezcla de dos, sino que tenemos que abrir nuestra mente y aprender a respetar sus cuerpos.

Otra parte muy importante de nuestra sexualidad es el género. El género es cómo nos percibimos a nosotros mismos y cómo expresamos eso viviendo en sociedad. El terreno del género es aún más grande que el del sexo: puedes ser un hombre al que le gusten las motos y tener una apariencia muy varonil con barba y músculos trabajados o puedes ser un hombre al que no le interese tanto tener un cuerpo de gym y en vez de ver deportes en la tele, prefieres ver chick flicks. Ninguno de los dos es más hombre que el otro, simplemente es una forma distinta de serlo. Y las variantes del género van muchísimo más allá de mujeres girly y masculinas o de hombres machines y delicados. Estamos las personas trans y toda nuestra diversidad, por ejemplo. Hay mujeres con pene y hombres que no lo tenemos y somos tan hombres o tan mujeres como los demás. Hay mujeres trans que son modelos y otras que deciden conservar su barba, hay hombres trans que les encanta vestirse de drag queens y otros que compiten en las revistas de fitness. Están las personas genderqueer, las de dos espíritus, las de género fluido, bigénero, trigénero y agénero: aquellas personas que no se identifican como hombres ni como mujeres sino como una mezcla de ambos o como ninguno. No son ocurrencias locas de la gente, sino identidades muy reales y que son mucho más comunes de lo que podrías imaginarte. Hay mucho más que hombres con pene y mujeres con vulva en este mundo.

ENTONCES, ¿QUÉ ES LA PANSEXUALIDAD? SE REFIERE A LA ATRACCIÓN A TODAS LAS PERSONAS, SIN IMPORTAR SU SEXO O SU GÉNERO.

A las personas pansexuales realmente no les importa si la mujer que les latió tiene vulva o pene o si el hombre al que quieren invitar a salir es varonil o femenino. No es que salgan absolutamente con cualquier persona porque de todos modos tienen sus preferencias y gustos especiales, como preferir salir con personas altas o con quien puedan compartir su gusto por la arquitectura o el hockey o tener un gusto especial por lxs gorditxs y no sentirse atraídos por la gente demasiado musculosa. Y también son seres humanos que pueden tener interés en un one night stand o en una relación larga que incluya matrimonio e hijos; o preferir las relaciones monógamas o las poliamorosas; o gustarle los roles sexuales pasivos, activos, el sexo “vainilla” o el sexo rudo. Esas ya son particularidades de los gustos y las expectativas de cada persona, pero de entrada, no discriminan entre sexos ni géneros.

La pansexualidad es muy diferente de la bisexualidad y NO es un nombre cool parareferirse a lo mismo. Si hasta este momento te identificabas como #Bisensual y sabes que no tendrías bronca en salir con un chico trans o con una chica intersexual porque te atraen igual que la gente cisgénero, más bien eres #Pansensual. (Pero no necesariamente tienes que cambiar la palabra con la que te refieres a tu sexualidad, porque a fin de cuentas tú puedes decidir cuál palabra te acomoda más.)

¿Y qué pasa cuando te laten muchas de las combinaciones posibles del sexo y el género pero no todas? Por ejemplo, hay gente a la que le atraen las variantes masculinas, pero no las femeninas: les gustan los hombres cis, los hombres trans y la gente genderqueer con una expresión más masculina. O hay a quien le gustan las mujeres trans y los hombres cis andróginos. En ese caso, estamos hablando de polisexualidad.

A LA GENTE POLISEXUAL LE ATRAEN VARIOS SEXOS Y GÉNEROS, PERO NO TODOS.

En realidad, no es tan complicado cuando partimos del entendido de que la sexualidad humana es un campo muchísimo más amplio de lo que nos enseñaron en el libro de texto de la primaria. Los seres humanos somos una especie súper compleja y llenos de diversidad en todos los aspectos. Valorar y respetar cada una de las particularidades que tenemos en nuestra sexualidad, nuestras culturas y nuestras formas de ver la vida es darnos cuenta de nuestra propia riqueza.