Uno de los retos actorales más complejos es el monologo y pocos realmente logran la hazaña de adentrar y entretener al público en una historia contada solo desde un punto de vista.
FOTOGRAFÍA: CHARLY DUCHANOY para Boy4ME
Antón Araiza en Un Acto de Comunión, logra esto, con una actuación estupendamente bien delineada de un personaje que es por sí mismo complejo además de siniestro.
Una historia muy sombría donde el protagonista ha guardado el rencor de nunca ser el protagonista de su propia vida siendo siempre un peón al servicio de los deseos de los demás.
“El pequeño querubín” apodo que su abuelo le da al personaje cuando era niño y que lo atormentará a lo largo de su historia, engendrará en su vida poca tolerancia a las personas siendo poco flexible ante los demás, haciéndolo un gran solitario
FOTOGRAFÍA: CHARLY DUCHANOY para Boy4ME
Con una voz tranquila que en momentos hipnotiza Antón te ira contando la historia de Franki, este misántropo que con historias de su vida que parecen inofensivas son sólo el principio de lo que “el pequeño querubín” llama un “Acto de Comunión” que se vuelven una maquiavélica narración.
Odio, frustración son los elementos que rigen a nuestro personaje y que lo harán llegar a acciones fatales.
La ambientación sin duda hace que te sumerjas en la obscuridad de la mente del personaje que no tiene más elementos que su lenguaje y sólo con esto te hará estremecerte hasta los huesos.
Un acto de Comunión
Teatro La Capilla
Guion: Lautaro Vilo
Director: Julio César Luna
Actores: Antón Araiza
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FOTOGRAFÍA: CHARLY DUCHANOY para Boy4ME
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