Son nuestras prendas favoritas y queremos mantenerlos perfectos.

Salieron al mercado hace ya más de 140 años, y parece que es la prenda más universal. Hablamos de los jeans, pantalones de mezclilla o vaqueros. Prenda versátil por excelencia y que podrás ponerte casi los siete días de la semana… hasta que se desgasta o rompe.

• ¿Cómo evitarlo? Aquí unos sencillos trucos…

Lo primero que tienes que tener en cuenta es que merecen lavarse lo justo, ya que su material permite que duren varias puestas sin problema (unas tres puestas nos parece razonable). El centrifugado y los químicos de limpieza pasarán factura inevitablemente. La opción de ponerlos un agua en lugar de limpiarlos en máquina puede ser su mejor garante de vida.

• ¿Y el agua?

Fría y de ser posible en una cubeta, ya que la caliente puede hacer que pierda el color original.

Lavarlos del revés es algo necesario, ya que así conservará su tono durante más tiempo sin desteñir (a no ser que te hayas revolcado en lodo, claro).

Un truco casero que apenas nadie sabe es rociar un chorro de vinagre (sí, no nos hemos vuelto locos), que hace de suavizante natural y ayuda a mantener el color. No te preocupes, el olor se va. Y si se trata de los primeros lavados del pantalón, un puñado de sal también beneficiará su tonalidad.

A la hora del secado procura tenderlos con pinzas, y no doblarlos para que no queden señales en ellos. En este punto has de hacer algo primordial: estirarlos bien para evitar el planchado posterior. Recuerda, la plancha nunca debe de tocar el pantalón de mezclilla, a no ser que sea necesario, ya que su tela y arruga natural hará que parezca más natural y casual.

Evita la secadora, los productos quitamanchas y frotar una mancha en seco, todo esto deteriorará el material del mismo.