Entablar una relación amorosa sea gay, lesbiana o hetero es entrar a un mundo dinámico y prácticamente única en experiencias.
Sin embargo hay parejas que son sumisas y al parecer la condición sexual podría verse involucrada. Por ese motivo, un equipo de científicos chilenos realizó en el año 2017 un estudio para comparar la estabilidad, bienestar, confianza y tácticas de resolución del conflicto (TRC), entre otras cosas, de las parejas heterosexuales y homosexuales.
El total de encuestados fue de 157 personas de las cuales 30 eran lesbianas y 47 gays. Allí encontraron que los niveles de estabilidad, felicidad y satisfacción no cambiaban mucho entre parejas heterosexuales y homosexuales.
Pero lo que sí varió fue que había una gran brecha ente las TRC de ambos tipos de pareja.
La sumisión parece estar centrada en ese tipo de tácticas. De hecho en el Conflict Resolution Style Inventory, un instrumento desarrollado para evaluar las TRC y que se dividen en subescalas: negociación, confrontación, retirada y sumisión, fue utilizado en ese estudio.
Los científicos se dieron cuenta de que el nivel de negociación, confrontación y retirada como tácticas de resolución utilizadas eran los mismos en todas las parejas a excepción de la sumisión que sí variaba.
Las parejas heterosexuales al parecer son quienes menos utilizan la táctica de la sumisión para afrontar sus conflictos, por otro lado las parejas homosexuales sí recurrían a la sumisión.
En palabras de los científicos, “las parejas del mismo sexo darían mayor prioridad a hacer esfuerzos por mantener un clima positivo en sus relaciones”.
Una de las explicaciones es que, como las parejas gays y lesbianas no cuentan con un reconocimiento general recurren a mantener un clima positivo en su relación lo que puede ser una línea muy delgada en ceder a las exigencias de su pareja.
Pero el estudio no se queda allí, al parecer entre gays y lesbianas hay un tipo de pareja que se somete aún más frente a su pareja.
Las relaciones lésbicas presentaron un nivel más alto de sumisión frente a su pareja que las mujeres heterosexuales.
El equipo chileno reconoció que la sumisión es una buena TRC que evita que los conflictos escalen. No obstante, cuando la sumisión llega a un nivel demasiado alto en las parejas se crea una “paz casi absoluta, pero falsa”.
FUENTE: Kienyke