Marca tus abs sin sufrir





¿Abdominales marcados en un tiempo récord sin sufrir?

"¡Tú también puedes lucir 'six pack' sin esfuerzo!" No hay mejor reclamo, ni titular que consiga más 'clicks', lo cual dice bastante de nuestra ingenuidad o de nuestras inmensas ganas de creer en los milagros del fitness.

¿De verdad es posible tener una buena tableta sin dejarse la vida en el intento? "Sí, pero de chocolate puro, blanco o con leche. Otra cosa es si hablamos de esa tableta a la que nos referimos cuando hablamos de los abdominales definidos", bromea Rubén Gadea, CEO de Sanus Vitae y licenciado en Educación Física.

Partiendo de la base de la tripa es el punto en el que más tejido adiposo se concentra cuando engordamos, especialmente, en el caso de los varones, es fácil deducir que "sin esfuerzo y sacrificio no se logra tener un abdomen tonificado y sin grasa. Como mucho, si eres un experto en el manejo de de las luces y del photoshop, lo que sí podrás conseguir una foto espectacular para subir tu ego en Instagram o en Tinder", añade Gadea.

Aquí no hay atajos que valgan y cualquiera que nos pretenda colar su método exprés, nos estará vendiendo una moto: "Desconfiad de todos esos autodenominados gurús que os prometen resultados asombrosos en pocos meses, sin sufrir y entrenando 30 minutos a la semana".

El único camino para perder la tripa ponerse en manos de un profesional que nos trace un plan personalizado de entrenamiento y dieta, con unos plazos y objetivos reales.

FALSAS LEYENDAS

Antes de ponernos manos a la obra, el CEO de Sanus Vitae arroja algo de luz sobre algunas de las leyendas urbanas que envuelven a esa operación 'six pack'.

Pegarnos grandes palizas de aeróbico. "Sólo con cardio no vamos a conseguir marcar abdominales. Una hora de caminata, aparte de relajarnos mentalmente, no conseguirá hacernos bajar de peso.

Para perder esa capita de grasa, lo más recomendable son los HIIT, entrenamientos interválicos de alta intensidad que deberían realizarse al 100% para poder beneficiarnos de todas las virtudes de este tipo de rutinas.

Forrarnos con plástico. Al igual que la sauna, entrenar con sudadera a 40 grados y demás inventos absurdos no sirven para nada más que para perder líquido que recuperaremos en cuanto volvamos a beber y, a lo peor, para deshidratarnos.

Machacarnos con series de abdominales. Con peso, laterales, para 'los de arriba', para 'los de abajo'... Da igual los que hagamos; ellos, por sí solos, no obrarán el milagro de que afloren los cuadraditos.

Soñar con la pérdida de grasa localizada. No existe. Si queremos marcar los abdominales, no queda otra que aumentar el gasto calórico.

ALIMENTACIÓN

Derribados los falsos mitos, toca adentrarnos en ese templo en el que, según señalan todos los expertos, se esculpen los mejores abdominales.

No, no hablamos de ningún gimnasio elitista, sino de nuestras cocinas. "Ese flotador que tanto incomoda cuando llega el veranito aparece, en gran parte, por el tipo de alimentación que llevamos. Aunque resulte algo difícil de cuantificar, me atrevería a decir el 70% del aspecto que luzca nuestro abdomen depende de la forma en la que comemos. Por lo tanto, para que empiece a aparecer la tableta, es esencial marcarse como objetivo ingerir menos calorías de las que quemamos", aclara Andrea Ferrandis, nutricionista y cofundadora de Sanus,

¿Sus primeras recomendaciones? "Además de buscar el asesoramiento de un profesional que nos diseñe un plan a medida, lo primero sería eliminar los productos ultraprocesados, los excesos de azúcar, la ginebra del afterwork, las bravas y la cañita del sábado por la mañana".

En su lugar, además de una alimentación más limpia, "introduciremos más actividad física, aumentaremos el gasto calórico caminando más, con rutinas de fuerza y sesiones de HIIT".

¿Conseguiremos así presumir de abdomen marcado este verano? Más allá del esfuerzo y la constancia entra en juego un factor determinante: la genética.

En cualquier caso, lo que de verdad deberíamos preguntarnos es, ¿realmente es eso tan importante? Seguro que no pero el intento habrá merecido la pena si, en el camino, hemos conseguido adoptar unos hábitos de vida más saludables.

FUENTE: Revista Zero




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