Masturbarse es tan saludable como peligroso si no sabes controlarte... Es lo que se denomina 'el abrazo de la muerte', un término acuñado por Dan Savage para referirse a un tipo de masturbación agresiva que tienen algunos hombres. "Quienes lo hacen apretando en exceso sus pene, ejerciendo mucha presión, corren el riesgo de sufrir dificultades para llegar al orgasmo cuando tienen una relación sexual con otra persona; e incluso puede derivar en problemas para mantener la erección", asegura la sexóloga Sarah Martin.

Siendo realistas, al tener sexo, una vagina o la boca nunca van a 'apretar' tanto como lo puedes hacer tú con la mano. Por eso, si estás acostumbrado a masturbarte como un poseso, no te extrañe que, al acostarte con alguien, llegar al orgasmo sea como correr una maratón.

En el onanismo, como en casi todo en la vida, hay que buscar el equilibrio y no maltratar a tu pene. "Los seres humanos somos animales de costumbre, y en la relación con nuestros genitales no íbamos a ser menos –explica Martin–. Si alguien se acostumbra a eyacular ejerciendo mucha presión sobre su miembro, en un escenario más sensible y relajado, lo lógico es que le cueste llegar al orgasmo".

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¿Por qué muchos hombres realizan 'el abrazo de la muerte'?

La rutina o el aburrimiento están detrás de este tipo de práctica. Aunque Daniel Saynt, fundador de The New Society for Wellness, va más allá: "También tiene mucho que ver con nuestra educación sexual... La religión suele ser contraria a la masturbación, así que no hemos aprendido desde muy jóvenes a cómo tocarnos. La visión que se da del asunto en la televisión o el cine tampoco ayuda. Y luego está la pornografía, que se ha convertido en el principal estímulo de muchos hombres. Hay que usar más la imaginación y tomarnos nuestro tiempo".

Cómo abandonar 'el abrazo de la muerte'

"Practicando –dice Martin–. Realiza un movimiento suave y utiliza lubricante. Busca tus propias sensaciones y lo que te gusta más. Aunque te costará al principio, una estimulación suave y menos intensa te llevará tiempo acostumbrarte, pero a la larga será más satisfactorio y no afectará a tus futuras relaciones sexuales".

Y si no puedes prescindir del porno, te da este consejo: "No te toques mientras estás viendo una película o un video. Empápate de las imágenes, guárdalas en tu memoria, apaga el móvil o el ordenador, y mastúrbate con los ojos cerrados, recordando y sintiendo las reacciones de tu pene".