Los cinco trajes imprescindibles que un buen gentleman debería tener





Tener un traje o dos en nuestro armario es algo que, independientemente de nuestro estilo, es prácticamente imprescindible si queremos cubrir todos los registros que se nos presenten por delante. Pero coincidirás conmigo en que muchas veces es insuficiente: uno en primavera, otro en verano, estilo informal, boda, graduación... cada situación parece requerir su propio traje.

Antes que nada hay que aclarar que si tenemos una ventaja con respecto a nuestras homólogas femeninas en el vestir, es que con unos cuantos trajes la sinergia que se crea es espectacular.

Variando las camisas, las corbatas y/o pajaritas, incluyendo pequeños detalles como los tirantes o incluso pudiendo combinar la parte inferior de algún conjunto con la parte superior de otro, conseguiremos tener un sinfín de posibilidades con las que, a pesar de repetir traje, no repetiremos conjunto en ningún momento. Es algo que conviene no perder de vista.

El traje gris oscuro liso

Un imprescindible es el traje gris oscuro, entendiendo que a día de hoy la paleta cromática de grises es inmensa: marengo, pizarra, ceniza, grafito, ... Sin duda es la opción más correcta y neutra para las ocasiones que se presten a celebrarse de día. Por supuesto que existen muchos más colores a parte del gris para acertar en este tipo de situaciones (azules celestes, verdes oscuros, granates, lilas...) pero con el gris no solo estaremos invirtiendo en uno de ellos sino que además podremos sacarle también partido durante la noche en ocasiones más o menos formales, pues también nos sirve. Sin duda, es de todos los que podrían entrar a cubrir este espectro el que más versatilidad ofrece, de ahí que lo consideremos todo un must.

El traje azul oscuro liso

Si por la mañana tenemos el gris, por las noches tendremos el azul oscuro. Y por azul oscuro no tenemos que entender únicamente azul marino. Los cerúleos, los índigo, los navy... son opciones igual de válidas. Este traje además podrá salvarnos de un apuro en graduaciones, en bodas o en cenas de empresa sin contar con que, tanto de él como del gris, podremos aprovechar la chaqueta y combinarla con chinos o vaqueros para outfits más informales. Lo dicho, versatilidad al 100% que es lo que nos interesa.

El blazer

Había pensado incluír un tres piezas en el tercer lugar, pero bien es cierto que dicho traje solo le daremos uso en ceremonias protocolarías muy concretas y sale más rentable alquilarnos uno debido a la escasa frecuencia con la que nos veremos obligados a llevarlo. Prefiero, sin embargo, tener en el armario un blazer de un color diferente al resto con el que poder dar toques de color a los conjuntos y que se combine con vaqueros, chinos o cualquier otra prenda inferior del armario ¿Los tonos? Verde botella, color camel, un granate, un rosa palo para verano o incluso los lilas son buenas opciones. Todo será ver de qué pantalones disponemos y cuál es el color que abarca más posibilidades con ellos.

El traje gris, sin ser oscuro ni liso

De los dos que hemos comentado al principio, yo personalmente apuesto por el gris antes que por el azul. Por eso creo que conviene tener dos diferentes si bien el segundo tiene que aportar un toque más fresco, juvenil y desenfadado para servirnos como alternativa al primero. ¿Y eso como se consigue? Pues optando por una tonalidad de gris diferente (algo más claro) e incluir en el tejido un tartán, un ojo de perdiz, un diseño en espiga, un cuadro de vichy o un cuadro de gales. Con eso conseguiremos un toque diferente con el que alternar trajes (o chaquetas si preferimos dejar el pantalón en el armario), y darles a nuestros conjuntos un toque más british y vintage.

Desde luego que hacernos con cinco trajes es una tarea que requiere tiempo y un gran desembolso, por lo que no hay por qué hacerla de golpe. Es más fruto de una labor continua por llenar nuestro armario e ir perfeccionándolo, por lo que tendremos que estar seguro de que estamos cómodos con él y que nos sienta a al perfección.

En este aspecto, para aquellos que puedan permitírselo un traje a medida es sin duda la mejor opción pues estará expresamente confeccionado para que nos siente como un guante. Eso sí, tendremos que estar preparados para el desembolso aunque personalmente crea que merezca la pena con creces.

FUENTE: Trendencias




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