Los beneficios del lubricante en el sexo





Cómo el lubricante cambio mi vida sexual

Cómo una mala experiencia en la cama me convirtió en el experto en lubricantes que soy hoy en día.

El lubricante puede ser una ayuda en muchas actividades en la cama, pero es algo indispensable cuando entra en juego el trasero. La primera vez que intenté tener sexo anal en la universidad, como era un ignorante, no usé lubricante y fue doloroso, tanto para mi autoestima como para mi pene.

Cuando más tarde descubrí que en los bares de la ciudad de Nueva York regalaban unas bolsitas que incluían un condón y un sobrecito de un misterioso líquido llamado ‘lubricante’, pensé que había hallado la solución.

Pero entonces descubrí que algunos lubricantes son peores (en concreto, más pegajosos) que otros. Imagínate qué sorpresa me llevé cuando, antes de tener relaciones, se me ocurrió aplicarle a mi pareja todo el contenido de ese sobrecito que me dieron gratis y vi que se convertía en una especie de superpegamento. Se me quedaron pegadas las manos a la piel de aquel tipo. Sí, entré en pánico.

Lo cual me lleva a la gran lección que aprendí por las malas: la comunicación es un factor clave. En vez de explicarle a mi pareja el problema, fui corriendo al baño para intentar solucionarlo sin que se diera cuenta, pero fue un auténtico desastre. Aquello acabó fatal. Mi pareja me veía hacer cosas raras sin saber qué ocurría.

Con esta guía, darás con un lubricante de calidad que se adecue a ti (a mí me gustan los de base acuosa, porque no manchan las sábanas). Respecto a la cantidad, con unos cuantos chorritos debería bastar. Lo más importantes es no rehuir el tema. Exprésate: “Eso me gusta” o “eso está genial” o “socorro, me he quedado pegado a ti”. Habla sobre el lubricante con la misma naturalidad de la que hablas de otras cosas mientras tienes sexo. Y todo irá más suave.

¿Cuánto lubricante uso?

Empieza aplicando dos o tres chorritos y ve probando. No te preocupes por usar de más. El lubricante nunca sobra, y si falta puede ser muy desagradable.

Un buen consejo

Pon también dentro del condón. La mayoría de los condones ya vienen lubricados, pero añadir un chorrito extra de un lubricante de base acuosa o silicona por dentro en la punta del condón antes de desenrollarlo (y luego unos chorritos por fuera) puede ayudarte a reducir aún más la fricción durante el sexo; e incluso pueden prevenir las roturas.

FUENTE: Men's Health




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