Las propiedades del Ñame y los beneficios en la dieta





Probablemente hayas escuchado su nombre antes. Estamos hablando del ñame, un tubérculo muy popular en África y Asia del Sur y en general de muchos climas cálidos. Hoy por hoy, su consumo y cultivo se ha extendido por otras geografías, pero sin duda estamos ante uno de los productos más populares en las culturas y cocinas de aquellos países.

El ñame tiene una buena fama ganada gracias a sus cualidades. En este artículo te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre este tubérculo, para que te animes a adoptarlo como ingrediente habitual en tus comidas y aliado para mejorar tu salud.

Propiedades del ñame

Como sucede con otros tubérculos como la patata o la yuca, es rico en hidratos de carbono, sobre todo en almidón, y en fibra, ya que contiene unos 8 gramos por cada 100 gramos que tomemos. Reduce los niveles de colesterol y mejora la movilidad en el intestino.

El ñame es también un producto muy rico en proteínas, con casi un 12%, algo que produce un efecto saciante.

Si hablamos de minerales y vitaminas, encontramos que es rico en calcio, fósforo, potasio y vitamina C, pero sobre todo manganeso, elemento que ayuda a metabolizar los hidratos de carbono y que aporta antioxidantes para cuidar de nuestra salud.

Beneficios del ñame para tu salud

  • Depurativo: el ñame es conocido por muchas culturas ancestrales como ayuda para depurar el organismo de impurezas causadas por enfermedades y problemas menos importantes pero que lastran el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Contiene sustancias que consiguen eliminar toxinas a través de la orina, las heces o el sudor.
  • Anti inflamatorio
  • Tiene propiedades espasmolíticas: ayuda a evitar los calambres.
  • Anticoagulante: acelera la cicatrización de las heridas y otras posibles afecciones de nuestra piel.
  • Revitaliza el sistema inmunológico: sus cualidades inmunológicas ayudan a reforzar el sistema linfático.

Cómo puedes usar el ñame para cocinar

Básicamente, como con cualquier otro tubérculo. Lo podemos consumir cocido o hervido, a la parrilla, o en forma de harina.

Si elegimos esta última opción, tienes que saber que funciona perfecto como espesante o gelificante, siendo un perfecto sustituto del almidón de maíz más común en nuestras cocinas.

También sirve para fermentar, y por supuesto, para ser consumido como acompañante en sopas, potajes, o en forma de aperitivo tipo chip.

FUENTE: Mens Health




COMENTA LA NOTICIA