La primera pareja gay en participar en el torneo de tenis en Wimbledon





Primera pareja abiertamente homosexual en participar de los dobles en Wimbledon, formada por las belgas Alison Van Uytvanck y Greet Minnen, impulsó a más protagonistas en el circuito a expresar su apoyo a las relaciones entre personas del mismo sexo, porque además eso "ayudaría a más jugadores, especialmente a los hombres, a reconocer que son gays". Según las tenistas, que avanzaron a la segunda rueda de Wimbledon al vencer por 7-5 y 6-2 a las británicas Katie Swan y Freya Christie, el miedo a la homofobia impide que los tenistas hombres cuenten sus preferencias sexuales.

Billie Jean King, Martina Navratilova y Amelie Mauresmo, entre otras jugadoras, fueron pioneras en la lucha por los derechos. Sin embargo, el único tenista gay conocido fue el estadounidense Brian Vahaly (ocupó el puesto 64° de ATP en 2003), quien solo reveló su orientación sexual en 2017, una década después de retirarse. "Mientras jugué, escuché homofobia todo el tiempo, era parte de la cultura", confesó Vahaly, en su momento, a The Telegraph. "Por el lado de los hombres, la homosexualidad es un tema del que no se habla mucho -añadió-. No tenemos ejemplos, nadie a quien mirar. Parte del camino para comprender tu propia sexualidad es aprender a ser honesto contigo mismo".

"Debe haber algunos hombres homosexuales jugando activamente ahí fuera. Para mí, personalmente, si fuera un hombre, sería más difícil salir debido a los estereotipos", expresó Van Uytvanck (25 años; 58° del mundo en singles), según The Guardian. "Nos gustaría ver a más personas que vienen y dicen 'Está bien'. Creo que la gente tendría más confianza. Eso sería algo bueno, los hombres lo apreciarían. Saldría más gente, ayudaría a hacerlo más fácil", aportó la belga.

A diferencia de lo que padeció Vahaly, Van Uytvanck y Minnen (en pareja desde hace tres años), dijeron que ellas solo habían tenido reacciones positivas desde que públicamente confesaron su vínculo. Sin embargo, admitieron que ajustaron su comportamiento mientras estaban de gira en sociedades menos tolerantes. "Por supuesto, no vamos a tomar las manos si estamos en Egipto o en algún lugar", comentó Minnen (21 años; 128°), en The Guardian.

Hace algunas semanas, el sudafricano Kevin Anderson, actual 8° del ranking y finalista de Wimbledon 2018, dijo haberse convertido en un aliado de la comunidad LGBTQ. A Anderson le molesta que no haya un jugador del circuito masculino abiertamente gay. "Definitivamente hay un estigma que se le atribuye", expresó en el mismo periódico británico. "La sociedad históricamente no ha sido muy acogedora. Los tiempos están cambiando porque la gente está hablando, lo cual es genial, pero se necesitará a alguien para romper esa tendencia. No será fácil. Tomará mucho coraje. Pero con suerte, si podemos ser más acogedores, podría hacerlo un poco más fácil (...) Una persona que lo haga podría abrir las puertas a otros. En los Estados Unidos con los deportes de equipo ha habido un par de jugadores que han salido a decirlo. Jason Collins, quien fue el primer jugador de la NBA en contarlo, dijo que uno de sus mayores desafíos era preocuparse por sus compañeros de equipo. Pero una vez que lo hizo y sus compañeros lo apoyaron, ayudó a otros".

FUENTE: La Nacion




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