El clásico José el soñador vuelve a la cartelera mexicana para llenar el teatro de su vibrante música y colorida producción, causando gran expectativa por el elenco y la implementación de la tecnología a favor de reinventarse y sorprender al público con una nueva visión del montaje.

Relata los acontecimientos de el libro de Génesis, donde se cuenta la historia de Jacob y sus hijos, entre los que destaca José, el favorito y el recelo que esto provoca al grado de desaparecerlo y la travesía que desencadena para encontrar su camino, la confianza en sí y la manera de sobresalir para volver a casa de nuevo con su familia.

Es un pasaje bíblico que toma fuerza y logra un desarrollo a modo de musical, donde la música acompaña las enseñanzas y dota de alegría y reconforta al sufrido protagonista en proceso de crecimiento y valor. En el camino es acompañado por una voz narradora que le aconseja y da fortaleza en los momentos de más desolación y que a la par, se vuelve cómplice en el camino y anima también al público a ser parte de la aventura.

El público sin lugar a dudas disfrutará de un espectáculo visual al ser testigo del viaje de nuestro héroe con una escenografía impresionante con más de 400 metros cuadrados de pantallas led y la sincronía de un montaje que realza el escenario de cada lugar en que es situado para que el público se adentre y sea un partícipe más al bailar y vivir cada número.

Los números musicales son el ejemplo claro de una brillante ejecución, y literalmente lo es, pues los visuales se encargan de detallar un nítido cielo y los muros de grandes palacios o extensas sabanas y esto es acompañado por una gran variedad de vestuarios que por sí solos resaltan y en conjunto forman un deleite a la vista.

Tan importante como es soñar y que es el mensaje principal del texto, cabe resaltar este lado bíblico y referencial que se toma el tiempo para tener una omnipresencia con gran significado, recordando que esto nace de las escrituras y por supuesto se mantiene la semblanza enfocada en la fe y la confianza en una fuerza compensadora por el buen camino y la rectitud en las ideas y el proceder para con los semejantes, por ello se vuelve un contexto inspiracional de causa-efecto que mantiene el relato vigente en su esencia y agregándole un significado según el tiempo en que es montado y cómo es adaptado con los componentes artísticos y conceptuales que le enriquecen.

Carlos Rivera es quien en esta temporada encarna a José, dando su propia versión del mismo y dando su técnica vocal tan característica a las canciones, con su sensibilidad interpretativa y llevando el rol protagónico a un nivel que hace parte de la puesta actual en conjunto. Fela Domínguez hace un trabajo narrativo que más que lo conceptual, entrega una voz y consciencia sutil y cálida que es gratificante al oído y se vuelve pilar importante en el relato.

Kalimba interpreta al siempre favorito Faraón, que con su carisma y canto sinigual llena el escenario en un número que hace bailar al público. Por supuesto, el ensamble se entrega por completo al musical y a la historia que le requiere una coordinación y una precisión en tiempos y en soltura escenográfica y lo hacen sin chistar.

José invita a soñar, a no perder la fe y mantener firme la convicción moral en el día a día para seguir haciendo parte en un mundo que si bien requiere fuerza comunitaria, en poco podemos avanzar por la rectitud y el ideal latente del entendimiento y la empatía por el prójimo. Un mensaje que además, es un escape de la rutina y que con todos los colores y gran producción, es una oportunidad de dispersión para toda la familia que llevará a casa toda una satisfacción.

El Centro Cultural Teatro 1 es la casa de este montaje y ya se encuentra en temporada esperando por el público ávido de estos musicales. Se presenta los días jueves 20:30, viernes 20:00, sábados 17:00 y 20:00 y domingos 17:00h. No te la pierdas.

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