Desde que comenzamos la relación lo habíamos venido hablando, cada vez con más frecuencia. Pero esta vez terminó con un desenlace que temía mucho que llegara, pero que fue inevitable, de la forma más casual, mientras esperábamos para entrar al cine: decidimos terminar la relación.

Lo más triste es que nuestra última discusión tuvo lugar por culpa de una fucking caricatura que estuvo rodando vía twitter donde aparece una pareja gay en la que uno le reclama al otro por seguir publicando putifotos.

Imagino que no tengo qué explicar qué es una #putifoto. Pero por si alguien tiene alguna duda: una putifoto es una foto que podrían considerarse de alto contenido sexual que usualmente se caracterizan por:

• Mostrar una persona completamente desnuda (sea frontal o no)

• Mostrar una persona desnuda, con sus genitales cubiertos

• Mostar una persona en ropa interior

• Mostrar a una persona en una posición sugerente

En el mundo gay, está claro que una PutiFoto son aquellas fotos que pondríamos en un perfil de Grindr. Todos sabemos de qué tipo de fotos estoy hablando.

Cuando él me mostró la caricatura, se me vino el alma a los pies. En esa imagen, que quiero borrar de mi memoria aparece un chico en la ducha y le pregunta al otro:

"¿Por qué si somos novios sigues publicando fotos en calzones?"

Mientras el otro le responde:

"Porque eres mi novio, no mi dueño"

Caricatura editada como respuesta del debate que se generó vía Twitter.

Apenas vio el tweet con la caricatura, vino a mostrármela mientras él leía en voz alta uno a uno los comentarios que hacían las personas sobre dicha caricatura:

"¿Cuál es el problema de enseñar el cuerpo? Lo hacen las Kardashian. Lo hacen los modelos profesionales"

"Si tu pareja publicaba putifotos antes de conocerte, entonces sabías lo que te esperaba. Deja el show"

"La caricatura recuerda cuando un hombre machista le pide a su novia que se cambie de ropa antes de salir porque está muy sexy"

"Los hombres que prohiben a sus parejas estas fotos se basan en la moralidad y buenas costumbres"

"Los hombres que se molestan con sus parejas por estas fotos son inseguros"

"Que nadie tiene derecho de prohibir a su pareja este tipo de fotos"

El cerró su discurso pidiéndome que no me molestara si él volvía a publicar fotos desnudo, semi-desnudo o en ropa interior. Que tenía muchas ganas de mostrar sus resultados del gym y que no tenía sentido si no lo lucía a través de las redes sociales.

Escuchar leer estos comentarios de boca de quien entonces era mi novio, con quien llevaba saliendo casi tres años, me hacía sentir como si una daga muy afilada me penetrara. Como si me estuvieran cayendo a batazos una turba enfurecida, descargando su ira sobre mi.

Caricatura original que encendió el debate vía Twitter.

Finalmente me pidió mi opinión sobre la caricatura, me recompuse un poco y fui respondiendo cada uno sus tweets leídos:

• Le demostré que a las Kardashian les pagan por mostrar el cuerpo. Los modelos profesionales tienen contratos para lucir diseños en ropa interior. Que entendería si se tratase de su trabajo pero que no era el caso.

• Le dije que cuando uno está soltero, uno hace muchas cosas. De hecho, ambos teníamos "amigos con derechos" pero que eso se había acabado por mutuo acuerdo cuando decidimos ser pareja, aceptando tener una relación monógama. Soy de los que cree que cuando uno está en pareja, está en pareja. Creo que no se puede vivir en pareja y querer llevar la misma vida de soltero. Para eso, es preferible seguir estando soltero.

• Le confesé que la caricatura no me recordaba a los hombres machistas que se quejan cuando su pareja está muy sexy. ¿Es comparable una foto con ropa sexy para salir de fiesta y otra posando desnudo o un semi-desnudo frente al espejo del baño? En una, una chica quiere verse bella, sexy. En otra, un chico quiere que lo vean simplemente desnudo.

• Le demostré que no tengo problemas morales. Soy fan de las playas nudistas a las que he ido muchas veces. Inclusive, me gustan las fotos en las que se aprecia la belleza masculina. Le recordé la vez que publiqué en Facebook una foto donde aparezco en bañador tipo sleep. Mi hermana hizo un alboroto, reclamándome mi "exhibicionismo" e intentando convencerme de retirar las fotos. Por Dios!!! Eran fotos de mi viaje a la playa. Ni ahora ni nunca, me he avergonzado de mi cuerpo. Ni creo que nadie deba estar avergonzado. Mi hermana no tenía razón. Si bien yo estaba soltero en esa época, no eran fotos para exhibirme. Eran fotos de mi viaje que quería recordar en mi Facebook.

• Le aseguré que no me sentía un hombre inseguro. Que sabía que él no hacía eso para buscar ligues. Pero que el argumento para dejar de publicar puti-fotos era la misma por la que dejamos el Grindr. Ambos decidimos desinstalar la aplicación no por inseguridad hacia el otro, sino por inseguridad al resto del mundo. De seguir con el Grindr, ambos estábamos expuestos a que alguien insistiera y finalmente nos tentara a una aventura. Más de uno creería que estábamos allí en Grindr para tener sexo. Igual pasa en las redes sociales al mostrarnos recurrentemente desnudos, semi-desnudos o con fotos sugerentes. Los hombres que están en Grindr también están en Facebook, Instagram y Twitter.

• Le recordé que nunca en estos casi tres años le prohibí que publicara ese tipo de fotos. Siempre le dije que no me gustaban. Pero recientemente he descubierto que sus putifotos me hacían daño. Siento que una cosa es publicar una foto en la playa en bañador y otra muy distinta tener un perfil de Instagram, Facebook o Twitter con cientos de fotos tomadas frente al espejo del baño en ropa interior y sin camisa, desnudo o semi-desnudo. Una cosa es un selfie desnudo y otra que un fotógrafo profesional te tome desnudos artísticos. Una cosa es cuando se trata de tu trabajo y otra cuando es hobbie.

Ese día no entramos en la sala de cine a ver `Green Book´ tal y como planeábamos: Yo me fui para mi casa y él para la suya. También decidimos dejar la relación. No pudimos llegar a un acuerdo. No teníamos formas de pensar compatibles sobre el asunto y seguir tolerando sus puti-fotos estaba minando mi autoestima. Creía que era lo que tenía que hacer para que la relación funcionara. Que era mi trabajo.

El nombre con que he firmado este texto es ficticio (hay una película que se llama así). No quiero dar ni su nombre ni el mio. Aunque quisiera que él leyera estas líneas y no sea un mero ejercicio para desahogarme. Ahora me toca vivir mi duelo y recuperarme. Debo subir mi autoestima. Sanar mis heridas. No me arrepiento de todo este tiempo juntos, pero se que quizás no debí dejar que pasara tanto callando una situación que tanto me afectaba.

Hoy, cuando cumpliríamos tres años, miro con nostalgia el pasado, convenciéndome de que hice lo posible para que la relación funcionara. Pero para eso hacen falta dos... o al menos eso dicen...