Elegir un camisa no es cualquier cosa, hay detalles en los que debes fijarte para que te haga lucir impecable.
No debe estar muy apretado ni suelto. Al cerrarse, debe quedar espacio para meter un dedo entre él y tu garganta. El nudo de la corbata debe quedar entre sus dos puntas, sin levantar los extremos, que deberán quedar apenas cubiertos por las solapas. Existen diferentes tipos:
Originado en el deporte del polo, este cuello tiene puntos de botonadura. Como no tiene “ballenas” o soportes para las puntas del cuello,es muy relajado y no para eventos oficiales.
No puedes errar usándolo para negocios o algo formal. Este cuello, también llamado cuello inglés, se abre en ángulo de 60 a 90 grados.
El denominado cutaway o spread es de gran estilo y elegante; viene abierto a un mayor ángulo que el Kent.
Además de su característico ángulo cerrado, tiene una pequeña lengüeta que une las mitades del cuello. Los extremos se unen con un botón bajo el nudo de la corbata.
Un broche une las puntas cuadradas o redondeadas. Es obligatoria una corbata. Debes tener cierto grado de confianza para llevar este look de dandi.
Es la parte trasera de varias capas cerca de los hombros. Debe ser lo suficientemente ancho como para no verse muy apretado, y lo suficientemente estrecho para que no cuelgue sobre las mangas.
Las costuras de los hombros deben quedar por arriba de la manga, no sobre el brazo.
Los hombres musculosos optan por camisas con uno o dos pliegues entre los omóplatos (pinzas o box pleats). Los delgados prefieren un corte sin pliegues traseros. Las costuras laterales dan un aspecto ceñido al cuerpo.
Los puños deben cubrir tus muñecas y llegar a la base del pulgar cuando cruzas los brazos. Deben mostrarse como un centímetro por debajo del saco, pero no tanto como para cubrir tus manos.
Cuando te paras o extiendes los brazos, la camisa no debe colgar fuera del pantalón. El extremo redondeado con un pequeño gusset (pieza de tela triangular o romboide insertada entre costuras para ayudar a que una prenda respire mejor y tenga mayor movilidad) la mantiene fajada.
Las de color por separado de las blancas. Siempre usa el ciclo delicado, no mayor al seis. Lava las camisas blancas con detergente normal y, las de color, con un jabón suave para no decolorarlas. La etiqueta muestra la temperatura correcta. Consejo: voltea la camisa para conservarla mejor durante el ciclo de centrifugado (¡máximo a 600 revoluciones!). Aún mejor: coloca las camisas en una bolsa de lavado o una funda de almohada.
1. Abotónala y extiéndela con la botonadura hacia abajo sobre una superficie limpia y plana.
2. Dobla un lado hacia adentro por los hombros.
3. Alisa la tela y coloca una manga a lo largo de la espalda. Asegúrate de hacerlo en ángulo recto y de no dejar arrugas.
4. Repite del otro lado de modo que la camisa forme un rectángulo largo.
5. Según el tamaño de tu armario puedes doblar la camisa una vez por la mitad o dos veces. Voltea la camisa, endereza el cuello y alisa la botonadura. Acomoda tus camisas en un punto ventilado del armario y no las aprietes entre sí.
FUENTE: Mens Health