Cómo operan los gimnacios libres de COVID-19





¿Cómo logró un gimnasio que ninguno de sus clientes se contagiara cuando un entrenador tuvo covid-19?

Unas instalaciones rediseñadas con criterios científicos y el seguimiento de los protocolos biosanitarios recomendados evitaron un brote de coronavirus en un box de Estados Unidos

¿Es posible evitar la propagación del coronavirus en un espacio cerrado como un gimnasio? ¿Cómo logro el mínimo riesgo para mis clientes si soy un propietario de un centro deportivo? ¿Será imposible controlar la enfermedad entre los clientes si un entrenador se contagia? Todas estas preguntas han sido respondidas de manera involuntaria por un gimnasio en Estados Unidos, el 460 Fitness, después de que comprobaran que sus medidas anticontagio habían funcionado aunque un preparador había acudido al lugar sin saber que tenía el coronavirus.

El éxito del cuidado en 460 Fitness se debe especialmente a su atención por los detalles. Cuando anunciaron la reapertura de los centros deportivos en el estado de Virginia en Estados Unidos, la propietaria del centro se preocupó de buscar medidas preventivas eficientes. Afortunadamente, entre sus clientes había una experta: Linsey Marr. La doctora de 46 años es profesora de Ingeniería Civil y Ambiental en Virginia Tech y disponía de experiencia y conocimientos en profundidad sobre la transmisión aérea de los virus, además de su relación con la calidad del aire y la nanotecnología.

"Sabía que el virus se transmitía principalmente a través del aire. Así que pensé que era realmente importante tener una buena ventilación para que no todos pudieran respirar el mismo aire. Hice los cálculos sobre cuán grande era el espacio, cuáles eran las velocidades típicas del viento en el área y si las puertas estuvieran abiertas, ¿cuál sería la ventilación resultante?"

FUENTE: Mens Health




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