Toulouse-Lautec una vida de excesos y un artista reconocido





La Vie Bohème en Bellas Artes

Muchos hemos visto la película <<Moulin Rouge>>, dirigida por Baz Luhrmann; ésta sátira/homenaje a los musicales, nos muestra la vida nocturna del París de principios del siglo XX; en ella además aparece un personaje influyente pero no central para el largometraje, pero que para el mundo del arte si fue un protagonista de aquella época, estamos hablando de <<Toulouse Lautrec>>.

Sin duda alguna Toulouse Lautrec experimentaba al máximo <<La Vie Bohème>> se convirtió en punto central de las noches en <<Montmartre>>, un barrio de París rodeado de bares, burdeles y refugio de artistas. Quienes lo conocían atestiguan que era un placer su compañía, agradable, hombre con amplio tema de conversación, gran sentido del humor y un asiduo bebedor; su trago favorito ajenjo o <<Hada verde>> representaba la anarquía, muy solicitada por los artistas auto denominados decadentes, para quienes era un orgullo el calificativo, pues siempre buscaban alejarse de los cánones sociales establecidos. Toulouse quería una vida llena de diversión y alardes artísticos, se aburría constantemente y buscaba nuevas experiencias, personas, sexo, drogas y fiesta.

¿Qué había detrás de tanto frenesí? Lautrec nació en una provincia de Francia, en una familia aristócrata con tendencias snobs y gran poder económico. Aún que se crió en un ambiente conservador, desde muy pequeño estuvo expuesto a conductas estrafalarias por parte de su padre, quien además gustaba del travestismo; polo opuesto a su madre quien era una tradicional católica. Amén de las conductas familiares, nuestro artista creció con dificultades físicas, caminó tardíamente y con complejidades; fue sometido a un sinfín de terapias con chorros de agua y choques eléctricos; en la adolescencia se fractura ambas piernas, lo cual detiene su desarrollo. Toulouse media poco más de metro y medio y fue siempre rechazado por su padre, pero su condición social le permitió dedicarse a estudiar arte.

Cansado de estar rodeado de doble moral, pretensiones y atavismos sociales, encuentra su ansiado refugio a los 17 años en <<Montmartre>> y su lugar favorito el <<Moulin Rouge>> la fábrica de deseo y placer, en esa época en cuando comienza a su etapa creativa; fascinado por los carteles, las mañanas las dedicaba a desarrollar nuevas técnicas para plasmar sus imágenes, los personajes nocturnos de aquel barrio de París son su inspiración; las prostitutas en los burdeles se convierten en una suerte de musas, quienes fueron el tema central de sus obras. A su padre no le gustaba que su apellido estuviera ligado a ese bajo arte y desconoce a Toulouse; éste sintiéndose libre de las ataduras, se vuelca más a los placeres de la noche, mudándose a un burdel.

Tomando los colores de la madrugada para sus creaciones y conviviendo con contrastantes ideologías, se convirtió en un referente indudable del cartel moderno por sus efectos, tipografías, colorimetría y el uso de planos; indirectamente fungió como un cronista de esas vidas clandestinas. Es por éste aporte hoy sigue siendo reconocido, y el <<Palacio de Bellas Artes>> trae la exposición <<El París de Toulouse-Lautrec: impresos y pósters del MOMA>> que estará hasta el 27 de noviembre de martes a domingo, con una selección de más de 100 de sus obras directamente del <<Museo de Arte Moderno de Nueva York>> entre oleos, dibujos, litografías y pinturas. Una oportunidad para revivir la visión de este precursor del arte; vive un recorrido por sus grabados, identifícate con sus emociones, con los personajes, deja que las salas te absorban, y quien sabe quizá salgas con el antojo de una <<Hada verde>> o dos.

Charlie Ureña

Por Charlie Ureña para Boy4ME

Twitter: @Charlie_Urena



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