Qué tan bueno es gritar mientras entrenas





Gritar y gruñir o no en el gimnasio. ¿Está bien? Es una pregunta muy recurrente entre la gente que entrena. Los ‘grititos’ en la sala de peso libre o musculación son muy recurrentes, pero ¿Son recomendable? Desde Men’s Health no queremos que seas ese tipo que centra las miradas por sus gritos, pero tampoco queremos que no seas capaz de entrenar como debes. Así que... abrimos el debate.

La encargada del gimnasio de Orlando Power Strength Gym, Valerii Kutiepov, ha visto de todo, o mejor dicho; ha oído de todo. Monitores motivando a sus alumnos, pesas destrozando el suelo, y gruñidos de todo tipo. Y no le terminan de parecer correcto de todo, por las molestías que crean a los otros usuarios. Ahí aparece el debate; ¿Está bien gritar y gruñir en el gimnasio?

Desde el gimnasio Iron Performance de Ontario consideran que gruñir es una demostración des esfuerzo: “Para conseguir el máximo resultado es necesario dar el tope de esfuerzo. Lo más eficiente es conseguir una técnica perfecta en respirar y soltar el aire. Esos pequeños detalles ayudan”, explica el entrenador Matrixx Ferreira.

La ciencia también tiene algo que decir al respecto. En 2014 un estudio analizó la fuerza de los participantes con y sin gritos. Los investigadores descubrieron que se usaba un 10% más de fuerza cuando gritaban, que cuando no. Un estudio similar se hizo con jugadores de tenis, y en él el resultado fue similar: La velocidad, la fuerza y la actividad muscular era mayor cuando los tenistas gritaban.

Es posible que esta mejoría del rendimiento se deba a la exhalación de aire. “Si tomas aire con profundidad, lo mantienes y lo expulsas con fuerza en tus entrenamientos”,dice el experto Dennis O’ Conell. Ese grito, gruñido es fruto de la exhalación de aire.

Una vez que tenemos esto claro es importante analizar el entorno en el que estamos, para ‘decidir’ el nivel de esfuerzo/gruñidos. Gritar te ayudará a sentirte más poderoso, es casi un instinto animal; como intentar sobrevivir a las repeticiones. Intenta ser respetuoso con los otros usuarios del gimnasio. Puede ser molesto, pero al final que cada uno haga su entrenamiento y deje al resto hacer el suyo.

FUENTE: Mens Health




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