Mitos y verdades de la circuncisión





La circuncisión es conocida como un método usual en los judíos como rito necesario en su cultura, o también en la cultura popular, ya que ciertas mujeres manifiestan que prefieren las relaciones con un chico que esté circuncidado.

Así como lo dijo el atrevido personaje de Samantha Jones en la popular serie de TV, Sex and the City, “prefiero un pene circuncidado. Es como un bombón, duro en el exterior con una deliciosa sorpresa en el interior”. Estos son algunos mitos y verdades a saber con esta operación.

ara empezar, la circuncisión es un procedimiento quirúrgico sencillo en el que se recorta la piel que recubre la punta del pene, es decir, el prepucio.

Hasta el momento, no hay suficiente evidencia que sostengan que es obligatorio hacerlo tanto en hombres como en niños. Sin embargo, hay dos situaciones en las que se recomienda realizarla.

La primera habla de la fimosis, que es cuando el orificio que deja el prepucio es muy estrecho y no deja liberar la orina de manera correcta, lo que puede provocar infecciones y, en cuanto al sexo respecta, una dolorosa erección. Asimismo, a veces la piel tiene un largo exagerado y es necesario recortar.

Es mentira que, cuando se trata de un bebé y cuenta con estrechez en el prepucio, este cederá con el tiempo, si al año no ha cambiado es importante realizar la cirugía.

Otra mentira habitual respecto a la circuncisión es que se pierde la sensibilidad, esto no es cierto debido a que la piel recortada no tiene nada qué ver con este aspecto, es el glande donde se ubica la sensibilidad y tras esta operación queda intacto. Solo es cuestión de ser paciente con el tiempo de recuperación, que es cuando la sensibilidad es mayor ante ciertos roces.

Un aspecto importante para hablar es la prevención del riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual, como el VIH y el papiloma humano. Lo que se ha demostrado es que al estar circuncidado se disminuye el 60% de la probabilidad de padecer una enfermedad de este tipo, pero, claramente, no es tan efectivo como el uso del preservativo, por lo que se recomienda no confiarse.

¿La circuncisión hace a un pene más higiénico? No necesariamente, si bien es cierto que hay menos riesgo de padecer un cáncer de pene y que no se acumula el esmegma o secreción en el miembro, alguien que no este circuncidado puede mantener una higiene impecable desde que tenga una limpieza constante con agua y jabón suave.

Otro mito que suele escucharse al respecto es que daña el meato urinario o que da problemas al orinar. No es verdad, desde que sea realizada por un experto no debe haber problemas.

FUENTE: Kienyke




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