La congelación permite a los alimentos sobrevivir por más tiempo. Probablemente creías que muchos alimentos no se podían congelar, pero la realidad, es que algunos se pueden congelar perfectamente, y durar por más tiempo, como por ejemplo estos. ¡Toma nota!
No todos los quesos son aptos para la congelación. Lo ideal es congelar los quesos muy curados, ya que son capaces de soportar los cambios de temperatura y mantenerse perfectos durante más tiempo.
Lo mejor es tomar los tomates frescos, así conservan mejor todos sus beneficios nutricionales. Pero cuando están a punto de echarse a perder, se pueden congelar sin problemas, luego los puedes utilizar para hacer algún guiso.
Los aguacates una vez partidos tienden a coger un color amarronado, un tanto desagradable a causa de la oxidación.
Si tienes un aguacate que no vas a consumir entero y tampoco lo quieres tirar a la basura (sería una pena, la verdad), opta por meter sus restos en el congelador, en un recipiente hermético con un poquito de zumo de limón, de esta forma, aguantará una semana más.
Puedes congelar sin ningún problema la mantequilla, eso sí, siempre que se cumplan ciertas condiciones. Lo ideal es congelarla en un recipiente hermético y separada de otros alimentos.
Lo mejor es consumir la lechuga fresca, pero si no es posible y ves que se va a estropear, una buena opción es meterla en el congelador. Lo mejor es triturar las hojas, añadir un poco de agua e introducirlo en las cubiteras. ¡Será todo un éxito para tus smoothies!
Como le ocurre a muchas frutas, las uvas se echan a perder muy rápido, así que, a veces, congelarlas es una buena opción. Luego podrás utilizarla para hacer batidos o ricas recetas de pastelería.
Cuando los plátanos comienzan a madurar, es muy fácil que se echen a perder rápido. No dudes en congelar el plátano entero. No servirá para comerlo directamente, pero sí para añadir a los batidos, pasteles o pan de plátano e incluso para preparar un delicioso helado. ¡Lo que quieras!
¿Te ha quedado en la cafetera un poco de café? ¡No lo tires! Puedes ponerlo en una bandeja y hacer cubitos de hielo con él. ¡Puedes emplearlo en otras recetas, o incluso para hacer un café con hielo que no se agüe.
FUENTE: Mia