Andrew Warhola, conocido como Andy Warhol, nació en Pittsburgh el 6 de agosto de 1928 y es considerado como el precursor del arte pop, movimiento artístico que surge y se desarrolla a mediados del siglo XX. Su estilo único al pintar impresionó a los diferentes críticos del arte y marcó una tendencia que se extendería posteriormente a nivel mundial.
El arte pop trató temas populares para el momento en cada una de sus expresiones, es decir, incorporó en el mundo de las artes los acontecimientos comunes de las masas. Este movimiento rompe con la intelectualidad y superioridad con la que era considerado el arte hasta ese momento, dejando de lado la dificultad de temas rebuscados y llevándolo a lo cotidiano.
Warhol es el padre de este movimiento al ser un artista escandaloso, atrevido y provocador, que demostraba a través de sus obras su empatía con los temas mundanos, destacando entre ellos el dinero. Gracias a su conexión con la publicidad, logró imprimir en sus lienzos una visión artística nunca antes vista.
Su gran trabajo rompiendo esquemas y estereotipos se puede apreciar en cada una de sus obras. Desde la sencillez de una lata de sopa, hasta el juego con colores y personas famosas, denotan su visión particular y capacidad de imaginación al momento de crear una nueva pieza.
11 de sus obras más emblemáticas son:
Esta serie de piezas, muy polémicas, conformada por 32 lienzos de latas de sopa marca Campbell, inició con una reproducción individual. Warhol buscó recalcar y demostrar con estas obras a la sociedad de consumo, la cual era muchas veces ignorada por el resto de los artistas.
Es la serie de dibujos de la actriz más famosa de la época realizados con serigrafía, es decir, que de una imagen original se imprimieron las siguientes que conformaron el conjunto. Con esto el artista quiso reflejar cómo el talento de Marilyn fue desdibujado por la industria de Hollywood, además de cómo los dibujos con cada reproducción perdían la claridad original.
Warhol pintó a múltiples celebridades y Grace Kelly no fue la excepción. La actriz de cine estadounidense, ganadora de un premio Oscar, quien fuera luego princesa consorte de Mónaco por su matrimonio con el príncipe Raniero III, fue plasmada por Warhol desde su visión vanguardista, convirtiéndose en la imagen de una de sus obras más famosas.
No solo pintaba celebridades, también plasmó en uno de sus lienzos a Mao Zedong, máximo dirigente del Partido Comunista de China y fundador de la República Popular China.
Warhol desarrolló obras de todo tipo, pasando por el consumismo y llegando a las estrellas de Hollywood y el mundo, pero estas no fueron su única inspiración. También, explotando su lado activista, plasmaba realidades crudas en sus creaciones.
Todo lo pintado por este autor, posee un contexto o mensaje, más allá de lo llamativo de su estilo. En esta obra en particular, buscando mostrar el lado oscuro del sueño americano, dibujó su visión de la discriminación, usando los colores de la bandera americana sobre un acrílico.
Ente las diferentes celebridades que retrató Warhol, se encuentra Farrah Fawcett. Una de las actrices más conocidas para el momento, gracias a su papel en Los ángeles de Charlie, como ‘ángel’.
Warhol aplicó su reconocida técnica en una serie de calaveras, alrededor de los años 70. Una obra que impresionó a la crítica al ser un signo muy diferente a los usados por el artista en su trabajo, ya reconocido para el momento.
Existen diferentes teorías para explicar la inclusión de esta serie en el arte pop de Andy Warhol; la primera propone que está relacionada con un atentado con arma de fuego que sufrió el artista en 1968, el cual lo dejó al borde de la muerte. Por otro lado, otros críticos postulan que la causa de estas obras es su necesidad de demostrar lo simple de la existencia humana y la posibilidad de la muerte.
En esta obra Warhol nos presenta al “rey del rock & roll”, Elvis Presley, vestido de vaquero. El dibujo se añade a la serie de artistas famosos plasmados en los lienzos con ese estilo pop, característico e innovador para la época.
Andy Warhol plasmó en su obra reiteradas veces el símbolo del dólar, el cual es directamente asociado con la riqueza y la ambición. Para él este y otros íconos, como las latas de sopa, eran símbolos de la sociedad americana de la época.
Warhol siempre planteó que la repetición de una figura o ícono, hace que esta pierda su significado original; afirmaba que esta acción vaciaba su sentido. Y el arte perteneciente a la cultura de élite no es la excepción.
Con El nacimiento de Venus -la versión de Warhol de la icónica pintura de Botticelli- el artista pretende representar lo que para él acontece con la repetición. Con la serie del cuadro de Botticelli, demuestra su visión de cómo la intención original se desdibuja a medida que se repite.
La obsesión de Warhol por hacer dinero lo consumió por muchos años, esto lo llevó a buscar el estrellato en el mundo artístico. Usando técnicas de mercadeo y publicidad, dejando muchas veces de lado las reglas existentes, buscó posicionarse entre los artistas más destacados.
Con la serie de autorretratos persigue exaltarse a sí mismo como un ícono del arte pop. Aplicando a su propio rostro, las técnicas de repetición que lo caracterizaban y que lo hicieron tan importante.
FUENTE: Culturizando
