Encuentra el remedio según tu tipo de estrés





Existen diferentes tipos de estrés, los que tienen características propias, síntomas y una duración específica; pero antes es necesario saber que es el estrés. El estrés es un proceso natural que nace como una respuesta a la necesidad de adaptarse al entorno, el que está constantemente cambiando, pero cuando el estrés muy intenso y prolongado puede ser grave.

La sociedad es cada vez más exigente, por eso las personas son sometidas a presiones constantes, que muchas veces no pueden soportar; generando una tensión en el cuerpo y en la mente, pudiendo sentir una sensación de fatiga, además de experimentar trastornos físicos y psicológicos, lo que es ocasionado por el estrés.

Tipos de estrés, síntomas y causas

Los tipos de estrés se clasifican según su duración, donde el estrés agudo es el más común de todos, surgiendo ante un acontecimiento traumático que es puntual y que puede aparecer en cualquier momento; donde una reunión importante o un plazo de entrega en los estudios o en el trabajo pueden provocar este tipo de estrés. El que tiene síntomas como molestias musculares relacionadas con dolor de espalda, dolor de cabeza, tensión de mandíbula o muscular; además de acidez, diarrea, sudoración excesiva, mareos, migrañas y dificultades respiratorias. Siendo un estrés leve que es habitual y se produce en diferentes momentos, teniendo un simple tratamiento.

Otro de los tipos de estrés es el agudo episódico, el que se origina cuando se presentan con frecuencia situaciones de estrés agudo, donde las personas con una gran carga en el trabajo suelen desarrollar esto; presentando irritabilidad, ansiedad descontrolada y emocional, además de ser personas muy nerviosas. Quienes tienen un estrés episódico también pueden presentar tensión y fuertes dolores de cabeza, además de migrañas, dolor de pecho, enfermedades cardíacas e hipertensión; donde su tratamiento puede tener una duración de varios meses y necesita el tratamiento de profesionales en el tema.

La forma de estrés más destructiva para el cuerpo, se conoce como estrés crónico, donde personas que no encuentran la salida a situaciones complicadas lo terminan desarrollando; siendo personas infelices por no encontrar ningún tipo de solución a sus problemas. Las experiencias traumáticas pasadas tienen gran incidencia en este estrés, ya que se hacen presentes en la personalidad de quien padece esta condición; pudiendo tener incluso consecuencias que son críticas, como el intento de suicidio, problemas de salud y episodios de violencia. Para su tratamiento se necesita la ayuda de profesionales y generalmente se trata con medicamentos.

Las personas que tienen estrés, presentan síntomas muy generales como ansiedad, irritabilidad, miedo, confusión, dificultad para concentrarse, excesiva autocritica, preocupaciones por el futuro, olvidos, pensamientos repetitivos, risa nerviosa, dificultades en el habla, dolor de cabeza y músculos contraídos, entre otros. Los que según su duración e intensidad, se pueden clasificar en diferentes tipos de estrés, los que terminan por afectar la calidad de vida de cada persona si no son tratados a tiempo.

Tratamientos naturales para el estrés

Luego de clasificar los tipos de estrés e identificar sus síntomas, se puede seguir un tratamiento natural que ayude a controlarlo, donde lo primero que siempre se debe hacer es sonreír, porque resto reduce los niveles de estrés; pero además se pueden beber algunas infusiones que tranquilicen y relajen el cuerpo. Como la infusión de valeriana, té de tilo, flor de azahar, toronjil o melisa.

Un jugo natural que puede controlar el estrés se prepara con media pera, una banana, una cucharada de levadura de cerveza y cinco fresas, pelando las frutas y luego añadiéndolas a la licuadora junto a un vaso de agua; este es un jugo perfecto para comenzar el día, ya que controla el estrés y llena de energía el cuerpo, bebiendo este jugo cada mañana hasta percibir mejoras. Los baños de agua caliente también pueden ayudar mucho y un ejemplo de esto es añadir a una tina o bañera de agua caliente, una infusión fría de manzanilla, teniendo un placentero baño que también disminuirá los niveles de estrés.

Antes de dormir se puede beber una infusión de mandarina, esto facilitará el descanso y mejorará el sueño; para esto se ralla la cascara de una mandarina y se coloca en una taza con agua hirviendo, se tapa y se deja reposar algunos minutos, para beber antes de ir a dormir.

FUENTE: Buena Salud




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