Cada vez los esteroides son mas usados y con distintas fórmulas





Una pregunta que podría arrojar la respuesta erronea, no es la testosterona, recientes encuestas revelan que es el dianabol, la testosterona y la nandrolona compiten por el segundo lugar y en un lejano tercer lugar se encuentra el estanozol.

Volviendo a 1995 todos podíamos más o menos identificar al típico usuario de esteroides dando vueltas por nuestro gym. Era un tipo de talla descomunal, cuyo abultado antebrazo te contaba una aterradora historia de curls hechos en la madrugada y medicina veterinaria. Era un hombre simple, con necesidades simples, creado desde la punta de una jeringuilla. El tamaño era lo único que le importaba. Hoy, una nueva raza de usuarios de drogas quiere usar tus pesas rusas; uno que ya no gana su sueldo como camarero en un frío bar de carretera, ni pelea con los clientes en el estacionamiento después de su turno. Es un empleado modelo, con un cuidado jardín y una casa bien decorada. Es alguien para quien las apariencias son primordiales, y el tamaño es sólo una pieza en un enorme y complejo rompecabezas de vanidad e inseguridad. Un hombre que se ha escabullido debajo del radar (tanto de los médicos, como de las autoridades de salud) mientras toma un coctel avanzado de sustancias, que silenciosamente ingenierizan su cuerpo. Él quiere unos bíceps más grandes, abdomen más plano, una mente más aguda y sexo más duradero. En pocas palabras, él desea todo eso, y está listo para automedicarse. Este es el hombre que Men’s Health descubrió cuando tuvo acceso exclusivo a la Encuesta Global de Drogas, la cual provee el estudio más detallado de este tipo de sustancias que los hombres fumaron, esnifaron y tragaron en 2014-2015. Este tipo trabaja en tu oficina; juega contigo en las cascaritas de futbol; incluso podrías ser tú.

BIENVENIDO A LA GENERACIÓN IPED

IPED hace referencia a toda una nueva clase de sustancias que están en boga. Es una compleja categoría de píldoras y jarabes que cambian tu régimen de ejercicios físicos y vida sexual. Llegaron a las oficinas, la casa y los gimnasios escondidos en la retaguardia de la psiquiatría estadounidense y, en alguna ocasión, a través de la propia Ruta de la Seda. Estas drogas están diseñadas para darnos un camino –algunas veces mental, físico o sexual. Éstas van desde las píldoras de venta libre que te aportan energía toda la noche, hasta los estimulantes prohibidos como Ephedra, o los también llamados “quemadores de grasa”, como el pesticida DNP (o 2.4-Dinitrophenol), últimamente conocido por sus potenciales efectos secundarios mortales. Nuestros motivos para usar IPED son muy ísicos. Este año, el 52.4% de quienes utilizaron IPEDs, dijeron que lo hicieron principalmente para ganar músculo. Mejorar la autoestima era la prioridad del 20.5% de los hombres encuestados. Un número casi idéntico –sobre el 20% de nosotros– toma IPED como razón para perder peso. Sin embargo, los norteamericanos tienden a tomar estimulantes para mejorar su rendimiento. Nos arriesgamos a todo –desde mareos leves hasta la muerte– en nuestra búsqueda de la mejora física. Los IPED más infames son los esteroides anabólicos, y hemos visto un reciente repunte en su uso. Según un estudio publicado en Reino Unido, cerca del 2% de los hombres admite que los han probado de alguna manera en un momento de su vida, mientras que el 0.8% tomó drogas a lo largo del último año. Esto significa que los británicos usan un 25% más esteroides que los americanos y un 32.5% más que los del resto del mundo.

Como el doctor Adam Winstock, psiquiatra experto en adicciones y fundador de la Encuesta Global de Drogas explica, los esteroides anabólicos todavía son un gran negocio. Sus usuarios van desde “los atletas de élite y los adictos al gimnasio, hasta jóvenes que necesitan inflarse para ir a la playa, o para estar en el top de tiempos de sus equipos”. Pero los anabólicos sólo son una parte del panorama. La encuesta muestra que, a pesar del reciente renacimiento de los esteroides, los hombres tienen una idea clara, en cuanto al empleo de sustancias de bodybuilding. “Más y más gente está explorando en la web para conocer más sobre las versiones sintéticas de las sustancias naturales, como la hormona del crecimiento para ayudar en la pérdida de peso”. Las observaciones de Winstock concuerdan con los resultados de la investigación. Sólo el 0.4% de los hombres admitió usar drogas como la píldora anabólica Finasteride, mientras que la misma proporción reconoce tomar dosis de hormona del crecimiento. Los miembros de la generación IPED han superado los estereotipos de los fisicoculturistas y las sustancias que se les asocian, optando por otras complejas mezclas que ven en la red. Como Martin Chandler, investigador de fármacos para la mejora del hombre explica, “la industria de los suplementos legales ha estallado e incorporado mucho del argot usado en el entrenamiento de peso ‘serio’, muy deliberadamente con un branding muy bien desarrollado”.

En otras palabras, la jerga de los usuarios de esteroides está siendo usada para vender nuevos productos online. Como Chandler añade, “vas a ver la palabra ‘stack’ (apilar) en muchos empaques. Esto es porque los clientes de esteroides ‘apilan’ sus drogas para contrarrestar los efectos secundarios de unas con otras, y los esteroides son vistos como una ayuda muy efectiva en los entrenamientos. Internet ha habilitado a la generación IPED. Ya no tienes que buscar a un distribuidor hablándole a “ese tipo” en el vestidor.Estás a unos pocos clics de ordenar drogas de alteración corporal, como la brocaína, y no todas ellas son legales. De hecho, los carritos del 75% de los hombres que compran online, están repletos de sustancias ilegales. Cerca del 39% de los que adquieren drogas añaden productos químicos de investigación a sus compras –incluyendo aquellos conocidos como “sales de baño”. Nunca sabremos necesariamente qué drogas fueron compradas por su verdadero valor y cuáles por pura mercadotecnia, como Chandler añade: “siempre habrá alguien que toma su entrenamiento con mucha formalidad. Si quieren conseguir sustancias más serias, pueden ahora encontrarlas más fácilmente en internet”. Y ellos son muchos más de los que nunca fueron. Como el doctor Winstock dice, el Reino Unido parece una nación que está intenando “revigorizarse hundiendo los impulsos sexuales y las creencias en uno mismo”, y eso es un poco triste.

LA FABRICACIÓN DEL HOMBRE

La apariencia física que ves, es sólo la segunda prioridad en nuestra atolondrada obsesión por el sexo. Los hombres toman un montón de enaltecedores de sexo –específicamente Viagra, en concreto, un masivo 6.1% de los hombres encuestados. Incluso vencen a los que toman químicos para los IPED. “Podría ir desde la disfunción eréctil, hasta sufrir un infarto”, añade el especialista. “Muchas de estas drogas todavía están sin testar. No es sorprendente que la mezcla de los químicos de investigación con alcohol, por ejemplo, sean los responsables de la mayoría de las hospitalizaciones”. De hecho, la cantidad de ingresos a las clínicas por la ingestión de químicos en los últimos 12 meses es mayor que las del alcohol, la cocaína y la ketamina, combinadas. Existen al menos algunas señales de que los hombres estamos tomando decisiones positivas cuando se trata del uso de drogas. Son más seguros cuando fuman cannabis, prefiriendo el cannabis puro a la mezcla con tabaco. Solamente el 59.6% fuma cannabis con tabaco, contra el 71% que lo hace puro. Todavía estamos determinando qué drogas se toman con base en la apariencia. Está claro que el uso de drogas, según la Encuesta Global de Droga de 2015, es un poco diferente a las píldoras hedonistas de 15 dólares de los años 90, o el polvo de cocaína de los 2000. Sí, todavía ingerimos más drogas recreacionales, pero donde el Reino Unido, por ejemplo, tiene liderazgo, es en el consumo de lo que promete hacernos ver mejor, pensar más rápido y rendir más tiempo. El hombre IPED siente una presión real para verse de cierta manera, y su uso pragmático para cualquier recurso su alcance para lograr su objetivo es un camino natural, pero no cuenta el daño que se le está haciendo por dentro. El deseo de cambiar y las herramientas proporcionadas en este texto, siguen siendo la mejor ayuda para favorecer tu rendimiento.

FUENTE: Mens Health




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