Beneficios que tiene el chocolate para ti





Sentirse feliz, con más energía y concentrarse con facilidad son parte de los efectos positivos de consumirlo.

El chocolate proviene del cacao, un fruto cuyo nombre científico lo dice todo: theobroma cacao (alimento de los dioses). El primer árbol de esta fruta fue descubierto en América en 1502, razón por la cual es considerado uno de los alimentos más antiguos.

Al igual que el fruto del que se deriva, el chocolate (mezcla de azúcar con la grasa y la masa del cacao) ha protagonizado una serie de usos en la historia de la humanidad; uno de los más comunes es en la gastronomía, donde se yergue como el rey de los postres.

De hecho, su agradable sabor y versatilidad lo han convertido en una pasión para millones de personas en el mundo. Incluso, diversos estudios comprueban sus múltiples beneficios y, gracias a esto, cada vez más profesionales de la salud recomienden su ingesta con moderación.

La ciencia lo comprueba

Ya sea en onzas, en barra, derretido o en una taza de chocolate frío o caliente, la evidencia científica es contundente.

Según un estudio del British Medical Journal presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, tomar chocolate es saludable, ya que reduce en casi un tercio el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca.

Además, es uno de los mejores aliados para prevenir el envejecimiento prematuro de las células debido a su contenido de antioxidantes. Por eso, normalmente es usado en mascarillas faciales y corporales.

Asimismo, su consumo moderado ayuda a reducir el colesterol. El cacao tiene un alto porcentaje de ácido oleico, que disminuye el colesterol malo y sube el bueno.

Aunado a esto, científicos británicos de la Universidad de Northumbria demostraron recientemente que comer chocolate mejora las habilidades numéricas.

Por si no fuera suficiente, existen otras ventajas que se perciben fácilmente y seducen a los amantes del cacao todos los días.

La dosis justa

Según Marlasca, quienes disfrutan de comer chocolate pueden hacerlo pero en porciones pequeñas.

La especialista recomienda preferir las versiones que tengan menos grasa y azúcar añadida, así como tomar en consideración el resto de los alimentos, especialmente dulces, que se vayan a consumir a lo largo del día, para no exceder en calorías.

“En el caso de una taza de cocoa dulce con leche, esta puede ser una buena opción de bebida para el desayuno. Es importante no excedernos en el tamaño de la porción que indica la etiqueta, así como revisar que no estemos consumiendo más energía y azúcar de las recomendadas. En cuanto a la leche, la que tiene entre un 2% y un 0% de grasa es mejor, pues así ingerimos menos calorías y, por supuesto, tenemos que cuidarnos de no añadirle más azúcar por nuestra cuenta”, agrega.

¿Cualquier persona lo puede consumir?

Según recomienda la nutricionista, un niño puede ingerir cacao a partir del año de edad, siempre que sea en porciones moderadas y en las versiones con bajo contenido de grasa y de azúcar.

Un adulto o un niño sano, físicamente activos, pueden consumirlo sin problemas siguiendo las condiciones de moderación y de pequeñas cantidades.

En personas diabéticas o con sobrepeso u obesidad, su consumo sí se debe restringir o eliminar, por el contenido de azúcar. Si la persona es alérgica a la soya, debe leer las etiquetas, porque algunas mezclas suelen tener lecitina de soya y esto, dependiendo del grado de alergia, podría generar algún inconveniente.

"En ese sentido, cocoa dulce tiene la opción de la cocoa 100% pura, que no tiene azúcar", amplía la experta en nutrición.

Fuera mitos

Al consumir chocolate, algunas personas muestran mayor predisposición a padecimientos como el acné, la obesidad, las caries y la migraña. Sin embargo, no es cierto que su consumo sea el responsable directo de estos males.

“Todos los cuerpos son distintos y cada uno reacciona diferente, por lo que a algunas personas comer chocolate sí les podría generar espinillas, incluso dar migrañas. Estos casos se deben tratar individualmente; la mejor manera de hacerlo es dejar de comerlo por un tiempo y luego introducirlo a la dieta poco a poco, para ver cómo reacciona el cuerpo”, afirma la nutricionista Aurora Marlasca.

FUENTE: BioBio Chile




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