6 cosas que debes de saber sobre el cáncer de pene





Aunque ni de lejos está tan extendido como el cáncer de próstata, de pulmones o colorrectal —los principales tumores malignos en hombres— el cáncer de pene puede ser igual de peligroso.

Si no te han circuncidado, tienes antecedentes de verrugas en el pene, has dado positivo en el VPH o te has visto algo anormal en pene, te interesa seguir leyendo. Aquí tienes seis datos clave que todo hombre debería saber sobre el cáncer de pene, proporcionados por un urólogo que ha visto algunos casos graves.

1) El cáncer de pene es muy poco frecuente en EE. UU.

En este país tenemos la suerte de ver que el cáncer de pene supone menos del uno por ciento de todos los cánceres. A nivel mundial, sin embargo, sobre todo en países sin una asistencia sanitaria adecuada, los índices de diagnóstico de cáncer pene ascienden al 10-20 % de los tipos de cáncer.

2) La no circuncisión y la exposición al VPH son importantes factores de riesgo del cáncer de pene.

El cáncer de pene es casi insólito en hombres circuncidados. Los hombres con el prepucio intacto sufren un riesgo casi dos veces mayor. Esto podría deberse en parte a un problema llamado fimosis por el que el prepucio no puede retractarse por completo. Otro factor de riesgo es una infección previa de verrugas en el pene. A menudo son el resultado de la exposición al VPH, que es el agente viral más común para la contracción de verrugas genitales, que son la fuente de la célula escamosa carcinoma del pene (así como del cáncer cervical en mujeres). El VPH puede detectarse en el 30-50 % de los carcinomas de pene.

Sobre todo cuando no se limpia periódicamente, el área del prepucio puede convertirse en una zona de riesgo donde los virus nocivos, como el VPH o el VIH se recluyen y es más frecuente que los recojan las células inmunitarias. Los médicos observaron importantes repercusiones en la salud por parte de la circuncisión a principios de la era del VIH, cuando se hizo visible que en países donde se realizaba la circuncisión, los índices de la enfermedad eran mucho menores que en aquellos donde no se realizaba.

Human papilloma virus, illustration

KATERYNA KON/SCIENCE PHOTO LIBRARYGETTY IMAGES

3) El cáncer de pene suele diagnosticarse en hombres mayores

Los hombres de 60 años o más son la población en edad con mayor riesgo de cáncer de pene, mientras que los casos en hombres más jóvenes son muy poco comunes. Esto se debe en parte al hecho de que el riesgo de padecer fimosis aumenta ligeramente a medida que los hombres sin circuncidar envejecen, lo que agudiza la exposición del glande a posibles carcinógenos como el VPH.

4) El síntoma más común son los cambios en la piel del pene

Aunque normalmente se presentan como las clásicas verrugas, los tumores del pene aparecen normalmente como marcas enrojecidas y planas en la cabeza ("glande") del pene, o por el miembro y el prepucio. Pueden ser duras al tacto y son relativamente indoloras. De manera menos frecuente, el cáncer puede manifestarse como un sarpullido o como una herida infectada parecidas a las que derivan de enfermedades transmitidas sexualmente como el herpes. Estas heridas pueden ser más dolorosas y van acompañadas de fiebre. Si la enfermedad está más avanzada, puede dar lugar a un bloqueo de las vías urinarias o a metástasis en los ganglios linfáticos y en la ingle.

5) El tratamiento puede conllevar la extirpación parcial o completa del pene

En los EE. UU., el cáncer de pene aparece en fase curable en el 80-90 % de los casos. La estrategia de tratamiento normalmente comienza con una biopsia de tejido del pene, solo un corte con anestesia para confirmar qué puede ser la verruga, el sarpullido o la herida. A partir de ahí, los pacientes normalmente se someten a una o dos operaciones: una cirugía para salvar el miembro (penectomía parcial), si el cáncer se pilla a tiempo; o la extirpación completa del glande del pene (penectomía), si se pilla en una fase más avanzada.

El objetivo de realizar una penectomía parcial es mantener una longitud del pene que le permita al hombre orinar de pie, de lo contrario sería mejor extirpar el pene por completo. La quimioterapia tópica también se aplica para intentar salvar el pene.

Surgeon in rubber gloves reaching for surgical scissors on tray in operating room

HOXTON/TOM MERTONGETTY IMAGES

En el caso de una penectomía completa, a la extirpación normalmente le sigue un procedimiento llamado uretrostomía perineal, una cirugía con la que se traslada la salida de orina a debajo del escroto, para que pueda orinar sentado a través de ahí. En algunos casos, la creación de un neofalo, un complejo procedimiento de cirugía plástica, utiliza músculos de otras partes del cuerpo masculino, como del antebrazo o de la pierna, para crear un nuevo pene.

Cuando existe riesgo de metástasis, la siguiente fase del tratamiento implica la disección de la ingle y de los ganglios linfáticos, por la que los médicos realizan una incisión en la ingle para eliminar la posibilidad de la extensión del cáncer. Este procedimiento entraña el riesgo de una inflamación permanente de la pierna conocido como linfedema. En NYU Langone utilizamos un enfoque robótico mínimamente invasivo con esta cirugía para mejorar los efectos secundarios clave como lesiones cutáneas o linfedemas.

6) Los pronósticos a largo plazo son alentadores.

Si el cáncer se coge en una fase en la que el cáncer puede extirparse por completo, los pronósticos son favorables. Si hay metástasis, las previsiones son menos optimistas. Nuestro objetivo como urólogos es coger la enfermedad a tiempo para el mejor resultado en términos de salud. Una mejora de los factores de riesgo, como la fimosis o la verrugas genitales, por parte del hombre, es un factor clave para un diagnóstico e intervención precoz.

FUENTE: Mens Health




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