¿Sabes cuál era la Isla Bonita a la que se refería Madonna?





Si el paraíso existiese sería Belice, ese pequeño país rodeado de playas kilométricas con aguas cristalinas que acogen la segunda barrera de arrecifes de coral del mundo. A su cayo más grande, San Pedro, con su Gran Agujero Azul por bandera, cantó la estrella del pop en los 80.

Belice, el único país de habla inglesa en Centroamérica, no solo es un idílico destino para bucear entre tiburones, tortugas y peces exóticos de mil colores en sus 960 kilómetros cuadrados de arrecifes, sino que también permite hacer un viaje al pasado al esconder en su espesa selva la concentración de vestigios mayas más grande de la región. Situado en la península de Yucatán, acoge una amalgama de culturas que van desde los mayas a los mestizos, criollos, garífunas, hindúes, menonitas, árabes y chinos.

En un país con un clima subtropical y de tan solo 298 kilómetros de largo y 120 de ancho, es posible estar en varios mundos: Desde escaparse a cualquiera de las más de 400 islas o a tres de los cuatro atolones de corales que hay en el planeta; a perderse por el sistema de cuevas más extenso de Centroamérica; caminar por bosques vírgenes en los que se encuentra una reserva de jaguares o visitar templos religiosos y pirámides mayas de hace más de 2.000 años.

Para amantes del buceo

La antigua capital, Belice City, es el punto de partida del viaje ya que en esta ciudad de 80.000 habitantes se palpa en un instante la diversidad cultural de este país. Desde su puerto se puede llegar a los dos cayos que cuentan con infraestructura turística. El más cercano es Cayo Caulker, a 45 minutos en barco e ideal para relajarse en alguna de sus playas al ritmo de la música reggae que suena en cualquier chiringuito.

Los amantes delsnorkel y del buceo podrán disfrutar del arrecife de coral que discurre en la Reserva Marina Caye Caulker, donde podrán nadar con los tiburones nodriza, las mantarrayas y avistar 500 especies de peces. A poco menos de una hora en barco se llega a La Isla Bonita a la que cantó Madonna en 1987: Cayo Ambergris o San Pedro, que es el más grande del país y el lugar perfecto para contratar una excursión a la joya de Belice, que atrae cada año a miles de turistas: el Great Blue Hole (El Gran Agujero Azul), en el centro del atolón Lighthouse Reef.

Es el resultado del colapso del techo de una cueva que estaba llena de aire hace millones de años. Se trata de un agujero circular casi perfecto de 305 metros de diámetro y 125 metros de profundidad que encierra una cueva con paredes escarpadas adornadas con estalactitas y estalagmitas de entre 36 y 45 metros de profundidad.

Otra de las paradas imprescindibles es Dangriga, cuna de los garífunas, descendientes de caribes, arawaks y africanos. Conocida como la Capital de la Cultura, debido a su diversidad, es imposible no escuchar el hipnótico ritmo de los tambores, que cuentan incluso con un monumento en homenaje a los Tambores de nuestros padres.

La vida silvestre

La tranquila ciudad, que se asoma al Caribe con una extensa playa, es una amalgama de casas unifamiliares de diversos colores y un ir y venir de bicicletas beach cruiser, dado que prácticamente toda la población, sin distinguir edad, se mueve en este medio de transporte. Es hora de tener contacto con la vida silvestre y para ello el mejor lugar es la Reserva del Jaguar en Cockscomb Basin, que es uno de los pocos santuarios de este animal que hay en el mundo.

Se trata de una selva subtropical rodeada de las Montañas Mayas y donde conviven cinco especies defelinos salvajescomo pumas y ocelotes, 290 especies de aves y 700 tipos de árboles entre ríos y cascadas. En estas montañas también se halla el sistema de cuevas más extenso de Centroamérica, usado por los mayas para sus ceremonias. La más famosa es Actun Tunichil Muknal, debido a que en su interior se encuentran en una cámara de sacrificio los huesos calcificados del esqueleto de una adolescente maya, conocida como la «Doncella de Cristal».

Para finalizar el viaje, nada mejor que un viaje al pasado. Belice conserva en la selva 1.400 vestigios mayas, si bien la mayoría continúan ocultos entre la vegetación de la selva tropical. El centro maya más grande es Caracol, donde llegaron a vivir 150.000 personas, y que alberga una pirámide de 43 metros de altura, conocida como Caana o Lugar en el Cielo y que es la estructura más elevada de todo el país.

FUENTE: RPP




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