¿Qué pasa con el sexo después de un truene?





¿Por dónde comenzar? A pesar de las diferencias cotidianas o existenciales que nos llevaron a un triste final en una relación, si nuestra afinidad sexual fue totalmente placentera, ¿cómo arrancar desde cero en un encuentro en el que, inevitablemente, recordaremos alguno o cada uno de los detalles que hubo en el pasado?

A menos que tuvieras a ese bateador emergente, el amigo con derecho a roce siempre dispuesto a entrar al quite, las dificultades para volver a gozar en la cama con un nuevo amante, luego de una relación donde hubo sexo de altura, siempre inyectan una sensibilidad difícil de sobrellevar.

¿Qué ocurre con nuestra anatomía y nuestra mente? ¿Hacia dónde irán esos sonidos tan personales, jadeos y lenguajes que se emitieron para ese ritual tan particular lleno de códigos propios y sólo dos nombres? Sé que estarás de acuerdo en que no es tan fácil contener cerrado ese equipaje repleto de caricias, estrujamientos y deleites hechos a la medida cuando emprendes otro viaje sexual.

“Piensas que nadie te va a coger ni comprenderte tan bien como el anterior y corres el riesgo de romper en llanto mientras te penetra la persona en turno”, Reflexionas, indudablemente, no quieres experimentar estas inseguridades cuando estas a punto de abrir tu cuerpo a otros hombres, de quienes aún no tienes certezas tras una separación reciente. Por eso, te abstuves.

Si nuestra afinidad sexual fue placentera, ¿cómo arrancar desde cero en un encuentro en el que recordaremos alguno de los detalles que hubo en el pasado?

Obviamente, debes dejar pasar un tiempo considerable para reconstruirte emocionalmente y no regarla ni dañar al siguiente; ya sabes, nombrarlo equivocadamente, dejar salir evidentes frustraciones o enumerar mentalmente las diferencias ante la comparación, mientras uno se pierde de otras cosas buenas.

Aunque tener encuentros casuales sólo por sexo no parece mala idea, a veces no son tan necesarios, pues el libido se aleja, dejando espacio a esa reflexión de cómo superarías tan lamentable pérdida. Ese recuerdo muestra uno de los escenarios en los que el tiempo tiene que ver con aspectos como la abstinencia involuntaria, ya que la relación fue extensa y no era sencillo volver a las andadas dentro de otras sábanas.

De lo contrario, existe otro panorama cuando, sin ser un largo noviazgo, hubo un sexo incomparable lleno de sentimientos increíblemente amorosos que lo hacían más pleno y excitante; por el hecho de haber sido tan corto, la ruptura resulta desconcertante, dando paso a una imposibilidad aún más frustrante para disfrutar en el futuro: deseabas que durara más.

Retomando, ¿qué hay en el terreno sexual? Por lo regular, ustedes, independientemente de qué tan doloroso fue el final o qué tan importante fue la unión, el rescate puede lograrse a través del sexo; mediante pornografía, un romance por internet o concertar citas con nuevas amantes para “buscar el olvido en otros cuerpos”. Mientras los demás tienen amigos para llorar o la comida chatarra y juguetes sexuales con que consolarse, pocas veces consideran tales recursos y mejor se enrollan en una nueva relación o varias one night stand. De ahí que tu ex se haya mantenido soltero, mientras tú lo superabas con otro hombre.

Pero no siempre es así: “Yo he durado unos seis meses sin sexo, como máximo”, me contó el admirador número uno de los artículos y fuente certera para tal propósito; “es que estaba depre”. Además platicó que en el siguiente encuentro experimentó “cierto tipo de tristeza” por la nostalgia y el gran amor que aún sentía por ese chico, aunque consciente de que “ya era obligado”.

Es así como la reconciliación con nuestra sexualidad frente a nuevas personas es directamente proporcional a nuestra capacidad de superar el pasado. Pero ¿qué es ‘política’ o emocionalmente correcto para entregarnos a alguien más y empezar una nueva historia que, posiblemente, sea mejor que la anterior? No lo sabremos hasta que nos demos el tiempo y descubramos los métodos idóneos para remontar en el sentimiento y montarnos con toda la pasión y libertad de otros días en el delicioso cuerpo de alguien que con nuevas y maravillosas maneras sea quien nos dé la confianza de deleitar y sorprendernos una vez más.

FUENTE: GQ




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