¿Qué es la Hepatitis B?





Es la irritación e hinchazón (inflamación) del hígado debido a infección con el virus de la hepatitis B (VHB).

Causas

La infección por hepatitis B se puede propagar a través del contacto con sangre, semen, flujos vaginales y otros fluidos corporales de alguien que ya tiene esta infección.

La infección se puede propagar a través de:

  • Transfusiones de sangre (infrecuente en Estados Unidos)
  • Contacto directo con sangre en escenarios de atención médica
  • Contacto sexual con una persona infectada
  • Tatuajes o acupuntura con agujas o instrumentos que no estén limpios
  • Agujas compartidas al consumir drogas
  • Compartir elementos personales (como cepillo de dientes, máquinas de afeitar y cortauñas) con una persona infectada

El virus de la hepatitis B se le puede transmitir a un bebé durante el parto si la madre está infectada.

Los factores de riesgo que predisponen a la infección por hepatitis B abarcan:

  • Nacer o tener padres que nacieron en regiones con altas tasas de infección (incluyendo Asia, África y el Caribe)
  • Estar infectado con VIH
  • Estar en hemodiálisis
  • Tener múltiples compañeros sexuales
  • Hombres homosexuales

La mayor parte del daño del virus de la hepatitis B ocurre debido a la forma como el cuerpo responde a la infección. Cuando el sistema inmunitario del cuerpo detecta la infección, envía células especiales para combatirla. Sin embargo, estas células que combaten la enfermedad pueden llevar a la inflamación del hígado.

Síntomas

Después de que usted resulte infectado por primera vez con el virus de la hepatitis B:

  • Puede que no tenga ningún síntoma
  • Puede sentirse enfermo durante un periodo de días o semanas
  • Puede resultar muy enfermo (llamada hepatitis fulminante)

Si su cuerpo es capaz de combatir la infección por hepatitis B, cualquier síntoma que haya tenido debe desaparecer durante un período de semanas a meses.

Algunos cuerpos de personas no son capaces de librarse completamente de la infección por hepatitis B, lo cual se denomina hepatitis B crónica.

Muchas personas que tienen hepatitis B crónica tienen pocos o ningún síntoma e incluso pueden no lucir enfermas. Como resultado, es posible que no sepan que están infectadas; sin embargo, todavía le pueden transmitir el virus a otras personas.

Los síntomas pueden no aparecer hasta 6 meses después del momento de la infección. Los síntomas iniciales pueden abarcar:

  • Inapetencia
  • Fatiga
  • Febrícula
  • Dolores musculares y articulares
  • Náuseas y vómitos
  • Piel amarilla y orina turbia debido a la ictericia

Las personas con hepatitis crónica pueden ser asintomáticas, aunque se puede estar presentando daño gradual al hígado. Con el tiempo, algunas personas pueden desarrollar síntomas de daño hepático crónico y cirrosis del hígado.

Pruebas y exámenes

Se hacen los siguientes exámenes para identificar y vigilar el daño al hígado a raíz de la hepatitis B:

  • Nivel de albúmina
  • Pruebas de la función hepática
  • Tiempo de protrombina

Los siguientes exámenes se hacen para ayudar a diagnosticar y vigilar a personas con hepatitis B:

  • Anticuerpo contra el antígeno de superficie de la hepatitis B (Anti-AgHBs): un resultado positivo significa que usted tiene o tuvo hepatitis B en el pasado o ha recibido una vacuna contra la hepatitis B.
  • Anticuerpo contra el antígeno central del virus de la hepatitis B (Anti-AgHBc): un resultado positivo significa que usted tuvo una infección reciente o una infección en el pasado.
  • Antígeno de superficie de la hepatitis B (AgHBs): un resultado positivo significa que usted tiene una infección activa.
  • Antígeno de superficie de la hepatitis E (AgHBe): un resultado positivo significa que usted tiene una infección por hepatitis B y es más probable que se la propague a otros a través del contacto sexual o el hecho de compartir agujas.

Los pacientes con hepatitis crónica necesitarán exámenes de sangre continuos para vigilar su estado.

Tratamiento

La hepatitis aguda no necesita ningún tratamiento diferente al monitoreo cuidadoso de la función hepática y otras funciones corporales con exámenes de sangre. Usted debe reposar bastante en cama, tomar mucho líquido y comer alimentos saludables.

En el raro caso en que usted desarrolle insuficiencia hepática, necesitará un trasplante de hígado. El trasplante es la única cura en algunos casos de insuficiencia hepática.

Algunos pacientes con hepatitis crónica se pueden tratar con antivirales o un medicamento llamado peginterferón. Estos medicamentos pueden disminuir o eliminar la hepatitis B de la sangre y reducir el riesgo de cirrosis y cáncer del hígado.

El trasplante de hígado se utiliza para tratar la enfermedad hepática por hepatitis B crónica grave.

Los pacientes con hepatitis crónica deben evitar el alcohol y consultar siempre con el médico o la enfermera antes de tomar cualquier medicamento o suplementos herbarios de venta libre. Esto abarca incluso medicamentos como paracetamol, ácido acetilsalicílico (aspirin) o ibuprofeno.

Grupos de apoyo

Ver: grupo de apoyo para la enfermedad hepática

Pronóstico

La enfermedad aguda generalmente desaparece después de 2 a 3 semanas y el hígado vuelve a la normalidad al cabo de 4 a 6 meses en casi todos los pacientes infectados.

Algunas personas desarrollan hepatitis crónica.

  • La mayoría de los recién nacidos y alrededor del 50% de los niños que resultan infectados con hepatitis B desarrollan hepatitis crónica. Menos del 5% de los adultos infectados con VHB desarrollan dicha afección crónica.
  • La infección por hepatitis B crónica aumenta el riesgo de daño hepático, incluyendo cirrosis y cáncer del hígado.
  • Las personas que tienen hepatitis B crónica pueden transmitir la infección y se consideran portadoras de la enfermedad, incluso si no tienen ningún síntoma.

La hepatitis B es mortal en aproximadamente el 1% de los casos.

Posibles complicaciones

Existe una tasa de carcinoma hepatocelular mucho más alta en personas que tienen hepatitis B crónica que en la población general.

Otras complicaciones pueden abarcar:

  • Hepatitis crónica y persistente
  • Cirrosis
  • Hepatitis fulminante, que puede llevar a insuficiencia hepática y posiblemente la muerte

Cuándo contactar a un profesional médico

Consulte con el médico si:

  • Desarrolla síntomas de hepatitis B.
  • Los síntomas de la hepatitis B no desaparecen en 2 o 3 semanas o se presentan nuevos síntomas.
  • Usted pertenece a un grupo de alto riesgo para hepatitis B y todavía no ha recibido la vacuna contra el VHB.

Prevención

Todos los niños deben recibir su primera dosis de la vacuna contra la hepatitis B al nacer y completar la serie de tres dosis a la edad de 6 meses. Los niños menores de 19 meses que no hayan sido vacunados deben recibir dosis "de recuperación".

Las personas que están en alto riesgo, incluyendo los trabajadores de la salud y aquellos que conviven con alguien con hepatitis B, deben hacerse aplicar la vacuna contra la hepatitis B.

Los bebés nacidos de madres que en el momento tengan hepatitis B aguda o que hayan tenido la infección deben recibir vacunas especiales que incluyen la administración de inmunoglobulina contra la hepatitis B y vacunación contra la hepatitis B dentro de las 12 horas posteriores al nacimiento.

Las pruebas de detección realizadas en toda la sangre donada han reducido la probabilidad de contraer hepatitis B de una transfusión de sangre. La notificación obligatoria de esta enfermedad permite a los trabajadores de la salud del estado hacerles un seguimiento a las personas que han estado expuestas al virus. La vacuna se le aplica a aquellos que aún no han desarrollado la enfermedad.

La vacuna o la inyección de inmunoglobulina contra la hepatitis B (IGHB) pueden ayudar a prevenir la infección por hepatitis B si se administra dentro de las 24 horas posteriores a la exposición.

Medidas en el estilo de vida para prevenir la transmisión de la hepatitis B:

  • Evite el contacto sexual con una persona que padezca hepatitis B crónica o aguda.
  • Use condón y practique relaciones sexuales con precaución.
  • Evite compartir elementos personales, como máquinas de afeitar o cepillos de dientes.
  • No comparta agujas para inyectarse drogas ni otro equipo para el consumo de éstas (como pajillas para inhalar drogas).
  • Limpie los regueros o derrames de sangre con una solución que contenga 1 parte de blanqueador de uso doméstico por 10 partes de agua.

Los virus de la hepatitis B (y hepatitis C) no se pueden propagar por contacto casual, como darse la mano, compartir utensilios para comer o vasos para beber, amamantar, besarse, abrazarse, toser o estornudar.



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