¿Por qué se han extinguido las comedias románticas del cine?





Erase una vez una industria cinematográfica dominada por un género. Éste era capaz de provocar las sonrisas más genuinas entre sus espectadores y sacar una que otra lágrima, era capaz de hacer creer a cualquiera que el amor eterno existía y que todos eran capaces de enamorarse sin importar la circunstancia. Encontraba príncipes azules en cada esquina y princesas en aprietos en todas las mujeres. ¿Te parece familiar la historia? Es porque sí, hablamos de las comedias románticas.


Hablemos de Hollywood en los 80’s y 90’s, la época dorada de las rom-coms. Los filmes más exitosos eran protagonizados por Meg Ryan y Julia Roberts, quienes nos regalaron títulos como “When Harry Met Sally”, “You’ve Got Mail” y “Pretty Woman”. De igual forma, podemos pensar en “Annie Hall”, “Overboard”, “While You Were Sleeping” o “Say Anything”.En realidad, la lista podría seguir creciendo sin parar hasta incluir prácticamente todos los grandes éxitos de aquellas décadas.
Ahora, si nos transportamos a inicios de los 2000’s, también podremos mencionar algunos cuantos éxitos del género como “How To Lose a Guy in 10 Days”, “Hitch” o “10 Things I Hate About You”. Después, llegamos al año 2010, cuando algo extraño sucedió: las producción de comedias románticas comenzó a disminuir considerablemente, hasta prácticamente desaparecer. Hoy, el género se considera prácticamente extinto. La última rom-com exitosa que podemos recordar fue “Trainwreck” de Amy Schumer en el 2015, logrando recaudar cerca de $100 millones en las taquillas locales.

Por que ya no hacen comedias románticas

Entonces… ¿qué pasó con nuestros queridos filmes de amor? La explicación es la suma de diversos fenómenos. Podríamos comenzar por culpar a los grandes éxitos del momento: las películas de acción y superhéroes. Con grandes presupuestos y actores de primer nivel dentro de su casting, resulta muy difícil competir con ellas en taquilla. Pero la realidad es la siguiente: no toda la culpa la tienen Iron Man y Wonder Woman, algo más ha sucedo. Hablamos de lo siguiente: los estudios no logran entender cómo es que los jóvenes conectan románticamente en la actualidad.

Y es que esta es la realidad: menos jóvenes se están casando, o al menos lo están posponiendo más. La premisa solía ser la siguiente: dos extraños se conocen en una situación poco común, se enamoran, se cortejan mutuamente, una dosis de drama se atraviesa y, al final, terminan juntos y felices por siempre, posiblemente planeando una boda. Hoy, el “amor romántico” ha mutado con la cultura digital; el tema del “online dating” y apps como Tinder, marcan una fuerte evolución en el romanticismo moderno. Así que la vieja fórmula de “boy meets girl” y las técnicas de cortejo que solíamos ver en la pantalla grande simplemente ya no funcionan. El espectador ya no se identificaría con estos escenarios.

Por que ya no hacen comedias románticas

Ahora, hablemos sobre el espectador. Estas películas siempre han sido consideradas como ‘chick-flicks’. Historias hechas para el mercado femenino (aunque los hombres también las disfruten). Y seamos sinceras: la trama de la damisela en peligro siendo rescatada por un hombre todopoderoso simplemente ya no funciona. En la era del empoderamiento femenino, cualquier dejo de machismo es completamente inaceptable. Movimientos como #MeToo han ayudado a cambiar el cliché de la mujer débil que necesita un hombre a su lado para ser feliz. La percepción de las comedias románticas ha cambiado mucho en los últimos años, nadie quiere ver a personajes femeninos representados de forma poco realista y sexista. Queremos ver versiones inteligentes, empoderadas e independientes de la mujer; personajes con narrativas inteligentes y más profundas. ¿O es que nos vas a decir que hoy, en pleno 2018, te imaginas dirigiéndote a tu interés amoroso con una frase como “I’m just a girl, standing in front of a boy, asking him to love him”?


Ahora, pasemos al siguiente punto: las actrices. En la época dorada de las rom-coms, las actrices veían a este género como un puente. Primero ganaban popularidad en este género y después daban el salto a papeles más serios que las convertirían en las mejores pagadas de su momento. Funcionó con Julia Roberts y Sandra Bullock, e incluso con sus contrapartes masculinas (por ejemplo, Tom Hanks, Hugh Grant y Richard Gere). Ahora, las cosas han cambiado. Ninguna actriz A-list tiene interés en hacer comedias románticas. Y debemos admitir que nombres como Emma Stone y Jennifer Lawrence podrían ser increíbles protagonistas de este género, pero prefieren trabajar con directores independientes o en grandes producciones con todo el potencial de llevarlas a convertirse en acreedoras de un premio Oscar.

Por que ya no hacen comedias románticas

Las comedias románticas, en su momento, respondieron a un momento más simple. Como películas, tenían un sólo objetivo: hacer que el espectador pasara un buen momento, y no podemos negar que lograron su cometido. Te hacían sonreír y sentir cierta calidez en el corazón. Te conquistaban un poco y hacían que te olvidarás, aunque fuera por un momento, de lo que sucedía en el mundo. Y no podemos decir que desaparecieron por completo, sólo evolucionaron a algo diferente. Vemos mucho de lo que las comedias románticas fueron en la pantalla chica en formato de serie. Historias más simples de personas enamorándose que nos entretienen por un tiempo más limitado, de 20 a 40 minutos. También el cine ha visto el formato revivir, pero adaptado al tiempo actual, como con el último gran hit en taquilla “Crazy Rich Asians”. Netflix lo ha intentado con sus últimas producciones exitosas (“To all the boys I’ve loved before”, “The Kissing Booth” y “Set It Up”). Quizás el fenómeno siga y veamos a nuestras queridas rom-coms reinventarse y renacer de entre las cenizas. Después de todo, pocas cosas disfrutamos tanto como una buena historia de amor.


Y es que, citando a Hugh Grant, “love actually is all around”… Y la verdad es que sí extrañamos ver aquellas películas que, además de entretenernos, nos hacían sentir tan bien.

Por que ya no hacen comedias románticas

FUENTE: Vogue




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